14 Noviembre 2022
PROTESTA. Los trabajadores nucleados en Sitas hicieron esta semana el primer abrazo simbólico en el Hospital del Este. FOTO GENTILEZA PRENSA SITAS
Esta mañana fue el primer día de abrazos simbólicos de esta semana promovidos por el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas). La actividad continuará hasta el miércoles, y el jueves habrá paro. La medida busca expresar el desacuerdo del personal frente al aumento salarial anunciado por el Gobierno.
Los profesionales de la salud del sector público se presentaron hoy en el Hospital del Este y en el Hospital del Carmen. “Mañana estaremos en el Centro de Salud y el miércoles en el Hospital Padilla”, dijo a LA GACETA Julián Nassif, secretario general del gremio.
El miércoles y el viernes de la semana pasada ya se habían manifestado en contra del acuerdo salarial. “Esto es consecuencia de tener salarios de pobres, entonces se visibiliza de esta manera”, había dicho el médico a la prensa.
El médico señaló que las jornadas de protesta tienen como objetivo visibilizar la problemática y convocar al personal sanitario para que se pliegue al abrazo simbólico, bajo la consigna “esenciales para trabajar, méndigos para cobrar”.
En tanto, anunció que el jueves se realizará una jornada de lucha y paro, “donde el personal expresará nuevamente el malestar por el tema salarial y las condiciones laborales”.
Además, remarcó que esta medida se realiza “en coincidencia con el paro nacional de salud”, anunciado por la Federación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de la Salud (Fesintras), también en busca de mejoras salariales.
“Todas las regiones del país van a estar de paro ese día. Además de reclamar mejores salarios, defendemos la salud pública”, garantizó Nassif.
Por su parte, el ministro de Salud Pública, doctor Luis Medina Ruiz, se mostró en desacuerdo con el paro. “No es una medida de fuerza que esté declarada, como un abrazo simbólico. No nos parece que este sea el momento de hacer paros ante la situación social que atraviesa la sociedad y, fundamentalmente, porque el Gobierno siempre estuvo abierto al diálogo con la intención de que no se resienta la atención al paciente”, dijo.
“No se puede comprometer al personal para que participe a una medida que no es validada ni por el Gobierno, ni por el Siprosa, ni por el Ministerio”, fundamentó.
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