Las lluvias trajeron alivio, pero no lograron revertir el déficit hídrico

Especialistas advirtieron que el agua caída es insuficiente para recuperar los suelos y preparar los cultivos.

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14 Noviembre 2022

Demoró un par de días más de lo esperado, pero la lluvia finalmente llegó a la provincia de Tucumán el último fin de semana. Por supuesto trajo algo de alivio, teniendo en cuenta la prolongada sequía que atraviesa la región, pero todavía no cambia demasiado la situación para el sector agropecuario, quizás el más afectado por la falta de lluvias.

Según los especialistas, las precipitaciones fueron bastante desparejas en toda la provincia. “En algunos lugares llovió solo 3mm, y en otros más de 40mm”, graficó a LA GACETA Daniel Ploper, director técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC). Especificó que las precipitaciones mayores se concentraron, sobre todo, en el centro y en el sur de la provincia, pero que incluso en esos lugares, fue dispar la cantidad de agua que cayó.

Ploper explicó que en los lugares donde más llovió si se podrá, en los próximos días, comenzar con las tareas de preparación del suelo, el paso previo a la siembra. Entre los cultivos beneficiados estarían los anuales, como la soja y el maíz. “Esta lluvia genera la germinación de las semillas de malezas, y ahí uno puede aplicar el herbicida, que es la primera tarea previa a la siembra”, detalló.

El director técnico de la EEAOC también reconoció que la lluvia vendrá muy bien para los cultivos de caña de azúcar y cítricos. Sin embargo, aclaró que todavía no están dadas las condiciones para comenzar con las siembras en sí, ya que deberán esperar que haya una buena acumulación de agua en el perfil. “Para los cultivos anuales, se necesita que llueva aproximadamente 100mm”, señaló.

La situación sigue siendo compleja, tanto por la sequía como por las heladas tardías que afectaron a principios de noviembre a varias producciones. Según Ploper, más allá de la lluvia, hacen falta también obras de infraestructura en términos de riego y de embalse. “Si uno tuviera la oportunidad de disponer de agua de riego, de un sistema de captura y distribución del agua, que son obras súper importantes, uno podría pensar en producciones anuales de invierno muy importantes, al igual que mejorar el potencial de la caña de azúcar”, remarcó.

Aldo Arroyo, director regional del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), también habló con LA GACETA sobre el tema. Coincidió con Ploper en que las lluvias fueron desparejas, e incluso fue un poco menos optimista al expresarse sobre la importancia de las últimas precipitaciones. “No llegan a revertir el déficit hídrico, que es bastante pronunciado”, dijo al respecto.

Sin embargo, como también destacó Ploper, sí hay zonas donde se podrá comenzar a preparar el suelo, según Arroyo. Sin embargo, sembrar ahora sería una decisión tomada en un marco de incertidumbre total. ”En algunas zonas en las que vamos viendo acumulación de reservas en el perfil, podemos tomar decisiones empresariales de siembra, todavía con un elevado nivel de riesgo”, señaló el experto.

Arroyo hizo hincapié en que la situación de los cultivos sigue siendo muy complicada, y que hace falta muchas más lluvia para cambiarla. “El impacto de la sequía se da en todos los cultivos, mitigado en algunos casos con empresas que han tenido posibilidad de inversión en riego. Pero si a esto le sumamos la helada tardía, aún esas empresas tienen una afectación muy alta, porque la helada afectó en la etapa de brotación”, remarcó. Y contó que, en algunas zonas, la afectación de los cultivos llega al 80%.

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