Habla Lionel Scaloni desde Abu Dhabi y el país lo escucha en cadena nacional. Son los atisbos de esa fiebre mundialista que va subiendo de a poquito, todavía sin arrebatos que hagan explotar los termómetros, El discurso amable del entrenador se sobreanaliza, al igual que el partido amistoso que su equipo jugará hoy. Su imagen se multiplica, mientras -en vano- se extiende la búsqueda de mensajes entre líneas. No es lo de Scaloni, cultor del perfil bajo y más cuando para el Mundial faltan horas. Pero vamos entrando al modo Qatar y entonces una rueda con periodistas toma la forma de una cumbre de Estado.
¿Y qué podía decir el papá de la Scaloneta sobre el compromiso contra Emiratos Árabes Unidos? Lo lógico: que no piensan tomar riesgos. “No tiene ningún sentido, no vale la pena”, subraya el DT. La confesión del “Vasco” Arruabarrena, trotamundos del fútbol al que la vida y la profesión pusieron al frente del equipo árabe, lo dice todo. “Mis hijos me advirtieron que ni se me ocurra tocar a Messi”, reveló, más en serio que en broma.
Lo que veremos entonces será una suerte de entrenamiento con público. Eso sí: televisado en directo (12.30, por TyC Sports) y ajustado a las reglas de cualquier amistoso programado en una ventana de la FIFA. Por eso, en contra de lo que se conjeturaba, no habrá más cambios de los que habilita el reglamento ni tiempos acotados.
Cuando Scaloni habla de gambetear los riesgos anticipa un par de cosas. Primero, que los jugadores “tocados” -sobre todo “Cuti” Romero y Lautaro Martínez- tienen prohibido sobreexigirse. Y segundo, que nadie espere un aluvión de movida. Cero vértigo, sí ritmo (el propio). A fin de cuentas, ayer Scaloni dejó un concepto atractivo para el debate futbolero y que se ajusta a esta premisa. “El Mundial lo ganan los equipos cautos, que saben cuándo atacar y cuándo defender -sostuvo-. Más que decir que el Mundial lo gana el que defiende bien, diría que lo gana el que es inteligente”.
Ahí está la clave
A dos de los últimos campeones los distinguía justamente eso: la capacidad para leer los partidos y resolver en consecuencia. Pero si España y Francia fueron equipos inteligentes se debió a que contaban con Xavi, Iniesta, Kanté y Pogba en la cancha. Como siempre, la teoría descansa en la calidad de la materia prima. La pregunta entonces es, ¿cuenta Argentina con ese plus un poco cerebral, un poco intuitivo, capaz de elegir qué se debe hacer en los momentos correctos? Contra Brasil y contra Italia, finales de por medio, quedó la sensación de que sí.
“Raro que gane un Mundial un equipo que avasalla, que está siempre en campo contrario, nos tenemos que adaptar a eso -dice Scaloni-. La inteligencia forma parte del fútbol, hay que entender que si no nos conviene o no viene bien, hay que hacer otra cosa”. En ese sentido vale la chance de probar un par de variantes tácticas y es posible que algo veamos hoy al mediodía. No demasiado, tampoco es cuestión de bajar todas las cartas cuando el juego en serio ni siquiera comenzó.
El plan A es reiterar el esquema habitual de la Scaloneta, con cuatro en el fondo (Lisandro Martínez por “Cuti” Romero, pasando Otamendi de primer central) y Julián Álvarez de punta si la opción es cuidar al máximo a Lautaro. Si el Martínez goleador juega de movida no habría que descartar un doble ariete con Julián, por delante de Messi y con Di María por la derecha.
El plan B contempla la línea de cinco: Montiel y Molina en los laterales (teniendo en cuenta que Tagliafico y Acuña también revisten entre los “tocados”) y el trío de centrales Pezzella-Otamendi-Lisandro. Al medio quedarían Paredes, De Paul y Di María; y arriba, Messi y Julián Álvarez. Todo esto en función de una tríada de fuentes: lo que adelantó Scaloni en la conferencia, lo que empezó a verse en los entrenamientos y algunos offs emanados de la cercanía del cuerpo técnico.
Calma absoluta
A seis días del debut el barco navega por aguas amistosas. Cumplido el amistoso contra EAU la delegación partirá de Abu Dhabi para instalarse definitivamente en Qatar. Mientras Scaloni timonea y el omnipresente “Chiqui” Tapia se esmera por aparecer en todas las fotos, Messi disfruta un estrellato que lo ubica muy por encima del resto de la tripulación. Hoy, como viene sucediendo, el show promete ser suyo. Y como prenda de esa paz, queda el registro de las flores que ídolo y DT se tiran frente a cada micrófono. La armonía no parece sobreactuada, más bien conjura los horribles pasajes de la película que dirigió Sampaoli hace cuatro años.
“No tenemos presión porque al final es fútbol. Somos conscientes de lo que representa para Argentina el Mundial, pero no deja de ser un deporte. Puede haber un montón de imponderables. No hay que cargarse de un peso innecesario ni de ninguna responsabilidad”, enfatizó Scaloni, sabedor de lo que el Mundial promete mover en el espíritu nacional durante las próximas semanas. Lo dijo Pedro Troglio en un acto de honestidad futbolera sin voluntad de lechucear; más bien con la acertada intención de pintarnos con crudeza: “si pierden, se acaba la Scaloneta”.
El plantel se mueve con confianza y sin estridencias. Que Scaloni haya abierto la práctica es una buena señal. Para la celebración del cumpleaños 29 de Paulo Dybala -tenaz como buen escorpiano, así lo demostró superando una lesión en tiempo récord- hubo torta y selfies. Un clásico de las concentraciones. La llegada a Doha promete emociones más fuerte para los jugadores: los hinchas argentinos marchan a la cabeza, por lejos, de las manifestaciones festivas en la capital qatarí.
En el fondo, y volviendo al ultimátum de los hijos de Arruabarrena, la consigna hoy no deja lugar a dudas. Moverse y entrar en ritmo, probar alguna delicatessen táctica, pero de ningún modo correr alguna clase de riesgo.
Último momento: baja en Francia
A través de un comunicado en sus redes sociales, el seleccionado francés confirmó que Christopher Nkunku se queda sin Mundial por un esguince de rodilla: “Debe renunciar a participar en la Copa del Mundo. Todo el grupo comparte su tristeza”, publicaron.
Fernández, el elegido por tucumanos para reemplazar a Lo Celso
En una encuesta publicada en LAGACETA.com, los tucumanos eligieron por un 48% a Enzo Fernández como el reemplazante de Giovanni Lo Celso, que se quedó fuera del plantel por una lesión. El segundo lugar fue para Alexis Mac Allister (15%), seguido de Alejandro Gómez (14%), Exequiel Palacios (13%), Guido Rodríguez (5%) y Nicolás González (4%).