He leído en LA GACETA que Juan Manzur interpuso ante la Justicia de Tucumán un recurso de amparo para ser candidato a Vicegobernador en los comicios del 2023. Argumenta que la Constitución provincial lo discrimina y lesiona sus derechos humanos básicos. Como ciudadano le recuerdo al Gobernador en uso de licencia que las constituciones nacional y provincial contemplan también nuestros derechos ambientales (un ambiente sano y apto para el desarrollo humano). Es un derecho humano esencial, porque es la base para el disfrute y el ejercicio pleno de otros derechos y por la vinculación del ambiente con el nivel y calidad de vida. El Estado tucumano, en sus distintas versiones, no protege ni tutela nuestros derechos y por eso en el territorio tenemos un cóctel de riesgos, peligros y amenazas al ambiente, a los ecosistemas y a la salud de las personas. Algunos de ellos son: 1) Derrames cloacales. 2) Contaminación de la cuenca Salí Dulce con vinaza, cachaza y otros contaminantes. 3) Quema de cañaverales. 4) Residuos sólidos urbanos depositados a cielo abierto. 4) Inundaciones. 5) Desmontes irracionales y construcciones en el piedemonte. 6) Provisión de agua potable inadecuada o nula. Otro importante derecho humano, que se nos niega deliberadamente, es el de Acceso a la Información Pública. Por lo expuesto, Don Manzur, así como se preocupa y ocupa por lo que considera su derecho humano a ser candidato, debería ocuparse -es su obligación- de todo esto que, desde hace años, de modo directo o indirecto, forma parte del gobierno tucumano. Las consecuencias de lo que no se hizo ni se hace en materia ambiental, están a la vista y pueden ser hasta pisadas y olidas. Asombra que quien no hace respetar los derechos de los ciudadanos, reclame por los suyos.
Juan Francisco Segura
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