En sus últimos mensajes, Priscila Paz se despidió de su familia

El receptor creyó que se trataba de una broma pesada porque los recados fueron borrados en el acto: “no estuve despierto”

DEMORAS. Las partes esperan por dos de los detenidos que fueron trasladados a Tribunales dos horas tarde. Los jueces pidieron un informe. DEMORAS. Las partes esperan por dos de los detenidos que fueron trasladados a Tribunales dos horas tarde. Los jueces pidieron un informe.

“Hola Cris, no sé como contarte esto. No lo puedo llamar a mi papá por miedo a que me rete o algo. Había dos personas, y estaba todo, bien, todo tranqui, pero ahora no me dejan ir. Si no aparezco dentro de unos días quiero que le comentes a mi papá que me llevan primero hacia Lules y después hacia otro lugar”. Ese fue el último mensaje que Priscila Paz (27) le envió a su amigo Cristian Alejandro Sarmiento (32). Ayer el hombre testificó en el juicio por el crimen de la joven.

Priscila desapareció el 22 de julio de 2018. Se presume que cuando volvía a su casa en San Pablo, fue capturada por miembros de una red de narcomenudeo y llevada mediante engaños a una vivienda del barrio Ampliación Elena White, en la capital. Según la investigación, allí la golpearon y mataron. Varios días después, la cargaron en una camioneta y la arrojaron en un descampado. Dos acusados del crimen fallecieron, y llegaron a juicio Facundo Damián Miranda, Luciana Érika Solange Alderete, Verónica Vanesa Argota, Víctor Hugo Carabajal, Juan José Dante Gómez, Walter Patricio Miranda, Franco Emanuel Ogas y Yanina Paola Rojas.

El testigo Sarmiento explicó que con Priscila eran amigos y que como él es de El Manantial, a veces acercaba a la joven a su casa de San Pablo después del trabajo. “Ese día me pidió que la busque y yo no podía. Le expliqué que estaba cuidando la casa de mi hermano y que no tenía nafta en la moto”, recordó el testigo, que aclaró que temía porque consideraba que al hablar se estaba metiendo con “gente metida en la droga”.

Los jueces Patricio Prado, Eduardo Romero Lascano y Guillermo Puig le aseguraron que estaban dadas todas las garantías para su seguridad y le recordaron que tenía obligación de decir verdad de todo cuanto supiera.

“En un audio me mandó que habían dos tipos que no la dejaban irse. Se escuchaba eco, como de un baño, se ve que estaba en un lugar cerrado. De ahí me mandó: ‘decile a mi papá, a mi mamá, a mi hermana y a mi hijo que los amo’. Después se escuchó un grito de alguien que le decía que abra la puerta”, mencionó Sarmiento.

La querella lo cuestionó por no haber llevado el acto esa información al padre de Priscila. “Borraron los mensajes al minuto, pensé que me era una broma de ella, porque solíamos hacer bromas pesadas. Yo la había jodido antes diciéndole que me caí del techo mientras trabajaba. Si yo hubiera estado más despierto ese día quizás esto no pasaba”, lamentó el testigo, que aclaró que igualmente cuando se supo que Priscila estaba desaparecida, aportó su celular para la pesquisa. “Estuve un año sin teléfono hasta que extrajeron todo”, concluyó.

Demoras: el tribunal pidió que se informe por qué los detenidos fueron llevados dos horas tarde

Estaba previsto que la audiencia de ayer comenzara a las 10.30, las partes fueron citadas para las 10. Pero, dos de los detenidos Llegaron al juicio a las 12. El juez Eduardo Romero Lascano pidió que la Policía y el Servicio Penitenciario presenten un informe explicando los motivos de tal demora. Además, la fiscala Estella Giffoniello pidió la prisión preventiva por tres meses para el acusado Franco Emanuel Ogas.

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