Pasado, presente y futuro: La ceremonia del Mundial de Qatar nos llevó de viaje a la historia

Pasado, presente y futuro: La ceremonia del Mundial de Qatar nos llevó de viaje a la historia

La voz de John Newman entonaba su ya clásico “Love me again”, en una señal del operador musical del estadio Al Bayt para que nadie olvide lo que habíamos presenciado minutos antes: 30 minutos mágicos de la ceremonia de apertura de este Mundial de Qatar 2022.

La tecnología nos trajo al desierto, convirtió el Al Bayt Stadium en un páramo de arena blanca, la misma que rodea esta mole que luego será desmembrada y cuyas partes serán donadas a países emergentes.

El actor Morgan Freeman fue el anfitrión de la ceremonia, el presentador que nos invitó a conocer la historia de Qatar. El pasado formó parte de un libreto que incluyó un espectáculo de espadas láser, fuegos artificiales, música y recorrer mundiales anteriores con el desfile de sus mascotas. El Gauchito del ‘78 no podía faltar.

Jung Kook, estrella pop e integrante de BTS, se adueñó del centro del campo y de las miradas de los fanáticos. A Shakira se la escuchó por el altoparlante, no en vivo. Ya conocemos esa parte de la historia.

Como no podía ser de otra manera, la imagen central, para abrir y cerrar el espectáculo, fue la del palco oficial donde el Emir Tamim Bin Hamad al Thani y su hijo, el príncipe Hamad Al Thani, bendijeron la velada. Hamad, además, firmó una camiseta del viejo seleccionado local, el del potrero de arena sin lujos como los que hoy puede darse este país, uno de los más poderosos del planeta.

Entonces se dio espacio al discurso del pŕincipe, al saludo formal ante la sonrisa de papá y la reverencia del público Local. Tal cual obliga la formalidad, el presidente de la FIFA fue quien allanó el último paso del acto. Saludó en todos los idiomas posibles de su repertorio e invitó al público en general a disfrutar de esta Copa del Mundo, la más extraña y sorpresiva de la historia del fútbol.

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