La promesa de tatuarse a Messi festejando el título

Las circunstancias nos hipnotizan hacia la zona de promesas, el primero de varios pasos en el menú culinario de los hinchas argentinos. Prometer es igual a jurar, porque nadie se anima a pedir algo a cambio de nada. Sería una traición a tu propio ser.

De hecho, cábalas y promesas habitan de la mano en tiempos de Mundiales, son una logia forjada a partir del credo bilardista.

Y si uno pide por el campeón, también promete. Entonces, le consulto al Hombre Camello, a Mauro si miró al cielo y habló con Diego para que nos ayude a ganar el Mundial de Qatar. “Hago lo que sea, me rapo, me tatúo a Messi. Me tatúo el mapa de Doha. Todo por ver a la Argentina campeona. Más de 47 millones estamos esperando eso”.

Ariel García y Lea Valentini, de ADN gallardista, no se andan con chiquitas. “Queremos tatuarnos con la Copa a Messi”, estamos en posición entonces de decir: Argentina es Messi y Messi es nuestra piel.

La bandera de José Véliz es una de las más buscadas. Flamea en sintonía con el viento y es la estrella mejor ubicada para la foto con La Perla de fondo. José le dedicó el trapo a Diego, es el segundo. Espera que éste sí lo acompañe hasta el final de sus tiempos. “Tenía otra parecida, pero en Rusia me la robaron. Me la arrancaron desde una tribuna. Una argentineada que duele”, se lamenta. Al morir Maradona, no lo dudó y volvió a la carga. Todo esto es en su honor. Ojalá nos ayude con la Copa”.

Sigo dando vueltas por los mismos lugares comunes, Maradona y Messi; Messi y Maradona, nuestros ángeles de la pelota, nuestras mejores cartas para ganar la Copa del Mundo. Uno desde el cielo, y otro en la cancha, desparramando rivales hasta entrar al Olimpo de los dioses de los Mundiales de fútbol.