LA GACETA en Qatar: El partido fue de Canadá, el resultado de Bélgica

Batshuayi le dio tres puntos importantes a los europeos.

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Canadá hizo casi todo bien, menos encontrar el gol. Justamente lo contrario de esta Bélgica apática, ni por asomo la de Rusia 2018. Pero un pelotazo de área a área encontró a Batshuayi desmarcado, con el tiempo y la distancia precisas para fusilar de zurda al arquero Borjan. Suficiente para que los belgas se llevaran tres puntos que no merecían. Y castigo para los canadienses, tan ineficaces que ni siquiera pudieron aprovechar un penal.

La historia del partido pudo -y debió- haber sido diferente desde el primer tiempo. El VAR detectó una mano de Carrasco y para cobrar el penal se perfiló Alphonso Davies, jugador de Bayern Munich y figura de Canadá. Fue poco tiro para demasiado arquero. Courtois ratificó por qué es -quizás- el mejor del mundo y se arrojó hacia la derecha para tapar el remate. Después conjuró el peligro con un par de voladas imponentes. Es que Canadá llegaba y llegaba: la estadística informa que durante esos 45’ iniciales sus intentos ofensivos fueron 14, contra 4 de los belgas.

El problema de los “diablos rojos” era la ausencia sin aviso de De Bruyne. Casi no tocó la pelota durante ese primer tiempo, así que los chispazos de Hazard fueron la única vía que encontraba el equipo para salir del cerco. Hazard regaló una exquisita pizca de magia cuando bajó la pelota con clase en el borde del área, pero la mayor parte del tiempo se la pasó deambulando sin hallar interlocutores capaces de armar con él una pequeña sociedad. En el complemento, al menos, mientras Canadá dominaba y avanzaba, aparecieron algunos espacios que De Bruyne pudo encontrar. Pero a esos intentos le faltaron pimienta.

Canadá demostró por qué fue el mejor equipo de las eliminatorias de la Concacaf, minitorneo en el que superó a Estados Unidos y a México. Es un equipo serio, ordenado, de movimientos bien coordinados. Y ambicioso, para nada conformista. No se le ocurrió salir a cuidarse ni entregarle la pelota a Bélgica. Al contrario; apretó en el campo adversario y así puso a los belgas en aprietos. Se aproximó mucho a Courtois, le faltaron ideas y algo más de jerarquía para sacarle el jugo a tanta insistencia ofensiva. Davies, movedizo y encarador, fue perdiendo gas. No olvidará ese duelo que Courtois le ganó.

Da la impresión de que a Bélgica, con Lukaku, se la mirará de otra manera. Faltó una compañía para Batshuayi, faltó que De Bruyne se aproximara algo al de Manchester City, faltó que Tielemans y Carrasco, dos fantasmas vestidos de rojo, se enteraran de que estaban jugando un Mundial. Lógico: los reemplazaron en el entretiempo. Vertonghen y Alderweireld son grandotes y pesados, pero les sobra experiencia y desde esa firmeza desbarataron la mayoría de los ataques. No mucho más. Roberto Martínez, el español que dirige a los belgas, tiene mucho que corregir. Al menos mira las cosas desde la tranquilidad del resultado. No todos pueden decir lo mismo.

Va a estar peleada la definición de la zona. El empate entre croatas y marroquíes deja a Canadá a tiro. Obligado a ganar lo que viene, claro, pero no tan lejos en los números. En el juego dio fuertes indicios de que tiene con qué. Tal vez no sea la revelación del Mundial, pero en comparación con los papelones que están haciendo otros equipo, con Costa Rica e Irán a la cabeza, lo suyo fue para aplaudir.

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