Expectativas por el parque de Santa Ana

01 Diciembre 2022

Las dos manzanas del parque de Santa Ana, que forman parte del patrimonio histórico y cultural de la provincia, esperan la revalorización prometida por las autoridades, mientras algunos vecinos y la gente de una fundación reclaman que sigue el abandono y el deterioro del paso público se agrava.

Se trata de un sector de recreación en el predio del ingenio Santa Ana, que a fines del siglo XIX y comienzos del XX fue uno de las más importantes de Sudamérica. El parque tiene un diseño y una ornamentación singulares y árboles exóticos traídos de Europa. Según el relato oral de los pobladores, el paseo fue encargado al paisajista Carlos Thays (el mismo que diseñó el Parque 9 de Julio) por Clodomiro Hileret como obsequio para su hija María Luisa. Según ese relato, la forma del paseo habría surgido de un sueño que tuvo la joven, que su padre hizo realidad. Aunque no se ha corroborado ese relato por los historiadores, lo cierto es que le da una pátina quimérica que explica el interés que ha generado el parque, inaugurado en 1901 y cuya imagen acompañó el esplendor y luego la decadencia del ingenio y del pueblo. El ingenio dejó de producir en la década del 60, aunque su proceso de decadencia había comenzado varios años atrás. Los distintos sectores de la planta se intercomunicaban a través de túneles extensos y revestidos con cerámicos importados. Esta obra también se extinguió.

Luego la decadencia fue una marca a lo largo de las décadas. Los vecinos dicen las autoridades comunales no han hecho nada para contrarrestarla. Incluso dicen que el anterior comisionado carga con la responsabilidad de haber desmantelado la inmensa estructura del ingenio, la cual podría haber sido transformada en un espacio cultural o turístico. “Pero fue más fácil destruir y dejar todo reducido a escombros ahora cubiertos por matorrales”, dijo uno de los pobladores.

Hace unos dos meses una fundación reclamó que el paseo va camino a su desaparición, porque se hacen fogatas en las raíces de los árboles y el espacio se transformó en un circuito de motos, de pastoreo de animales y de acumulación de residuos, y que hay fiestas sin control. El comisionado pidió que interviniesen las autoridades de Interior y de Patrimonio en busca de una salida, y ahora anunció que se ha gestionado que un paisajista bisnieto de Thays aporte en la recuperación del parque. También dijo que edificio de lo que fue la administración del ingenio sería refaccionado y convertido en museo. Mientras tanto, explicó, no puede hacer tareas hasta tanto concluyan los estudios, aunque anunció que la comuna va a poner en marcha labores en la parte externa del paseo, con vallas, a fin de poner freno al ingreso de vehículos motorizados y animales.

Visto el largo olvido a que ha sido sometido el predio, parece elemental que, mientras se esperan las tareas de revalorización, se lleven a cabo estas medidas básicas para evitar que continúe la depredación. Correspondería, además, que haya un interés más sustancial de parte de la provincia con el fin de ayudar a la revalorización del sitio, que tiene un alto potencial turístico.

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