Por Roberto Delgado y Carlos Werner 01 Diciembre 2022
LOS RESTOS. Deben ser examinados por arqueólogos.
Hoy se hará un recorrido en el country Prados de Yerba Buena, ubicado en la periferia al oeste de La Rinconada, para tratar de saber si los restos arqueológicos hallados son, como se presume, parte de la cultura candelaria.
La noticia corrió como reguero de pólvora ayer, desde que el secretario de Seguridad de Yerba Buena, Mauricio Argiró, hizo la presentación en la comisaría de Yerba Buena, en Vialidad de la Provincia, en la Fundación Lillo y en la Dirección de Cultura de la Municipalidad de la “Ciudad Jardín”. “A mí me avisó un obrero que estaba trabajando en el trazado de las calles y en una hondonada halló lo que parecen vasijas y huesos. Hice la denuncia para que la fiscalía intervenga para averiguar de qué se trata”, dijo Argiró.
Las obras se están realizando en un predio extenso que está preparando la empresa WCL. La tierra antes era una gran quinta de limones que ahora pertenece al golfista “Pigu” Romero, según contó el jefe de la comisaría de Yerba Buena, comisario Walter Colombres. “Hoy (por ayer) hicimos una inspección ocular, por orden de la Fiscalía de Decisión Temprana. Todavía no pudimos encontrar el lugar que muestran dos fotos que están circulando”, dijo el comisario.
A verificar
Explicó que hoy regresarán con el arqueólogo Osvaldo Díaz, de la Dirección de patrimonio Cultural de la Provincia.
“Aún no se pudo dar con el lugar. Sí parece estar descartado que sean restos recientes y parece que son indígenas. Pero mañana (por hoy) vamos a hacer la verificación”, informó Díaz a LA GACETA. Añadió que el hallazgo es de hace dos semanas y que en “en las dos fotos que dan vueltas se ve un hueco grande donde se ven huesos y elementos de cerámica”.
Argiró destacó el hecho de que el obrero, vecino de Yerba Buena, haya advertido de lo que parecen urnas funerarias, para que actúe Patrimonio. “Me imagino que esto detendrá la obra durante una o dos semanas, hasta que se verifique de qué se trata”, explicó. Añadió que “hubo muchas urnas funerarias en el río Muerto hace años, cuando yo era secretario de Bienestar de la Universidad Nacional de Tucumán. En ese entonces el río era más estrecho y el agua excavaba. Funcionarios de la UNT me contaron que todo el piedemonte es un área de entierros. El camino aborigen que llevaba a los Valles transcurría por Yerba Buena”.
Consultado por mensaje de Whatsapp, “Pigu” dijo que efectivamente el predio le pertenece y que lo compró en 2006. Añadió que hoy llegará a Buenos Aires y averiguará lo que ha sucedido. “No sabía nada. Me entero por ustedes”, le dijo a LA GACETA.