Crimen de “Tano” Mariani: “me atrevo a decir que lo entregaron”

La familia de “Tano” Mariani descarta que lo hayan matado en un robo. Asesinos prófugos

JUSTICIA PARA EL CANTANTE. Es lo que piden los familiares de Pablo.  JUSTICIA PARA EL CANTANTE. Es lo que piden los familiares de Pablo.

“A él no lo mataron en un robo, eso fue antes. Claramente no hubo un robo cuando mi sobrino estaba dentro del auto”, sostuvo Giselle Díaz, tía de Pablo José “Tano” Mariani, el cantante que fue asesinado de un disparo en Larrea al 200 el domingo 27 de noviembre.

Según la investigación que lleva adelante el fiscal de Homicidios II, Carlos Sale, ese día la víctima y un amigo salieron en persecución de dos ladrones que terminaron rodeando el vehículo de las víctimas y abrieron fuego. Así terminaron con la vida del músico. Con base en esa teoría, la Policía analizó las cámaras de seguridad de ese sector de Villa Alem y realizó 6 allanamientos este fin de semana. Fruto de esas medidas no se halló a los sospechosos pero sí se secuestró una camioneta Renault Kangoo, una moto Honda Wave y 12 celulares que podrían tener relación con la causa.

Versión: una entregada

La familia de Mariani sostiene que debe entenderse que se trató de dos hechos que ocurrieron por separado. “Él fue a la casa de una amiga y mientras estaba allí, llegó un joven, Sergio Daniel García Navarro, también amigo de la chica, contando que acababan de asaltarlo en la puerta de esa vivienda. Pidió ayuda y mi sobrino lo acompañó hasta la esquina donde todavía estaban los agresores”, relató Díaz.

“Mi sobrino siempre fue de buen corazón, por eso accedió a ayudar a este chico al que acababa de conocer. Salieron los dos y los delincuentes comenzaron a dispararles. Él no tenía armas, jamás empuñó una”, añadió la mujer.

El viernes los familiares de la víctima se congregaron en la puerta de Tribunales Penales para pedir que se agilice la captura de los responsables y para pedir que se considere la teoría de la querella. La tía del “Tano” aseveró que existirían pruebas que los forenses no habrían contemplado. “Lo mataron a sangre fría, me atrevo a afirmar que esto fue una entregada para que lo maten. Digo esto porque en su cuerpo vimos golpes que claramente en la autopsia pasaron desapercibidos. Yo vi los moretones que tenía en el rostro, los dedos y en los brazos”, sostuvo Díaz.

“Lo único que pedimos es justicia, y es nuestro derecho, porque le arrebataron la vida de la peor manera. Su padre quedó devastado con esto. En Tribunales podrán llamar esto como ‘homicidio simple’, pero para la familia no es sólo eso. La Justicia tendría que ponerse en nuestro lugar para entender cómo estamos nosotros después de esto, para ver el llanto de sus hijos pidiendo que le devuelvan a su papito. Pedimos que los atrapen y les den la peor condena, nada de homicidio simple”, enfatizó la mujer al borde del llanto.

Un sueño

Mariani tenía 32 años, era único hijo y padre de tres niños de 7, 5 y 4 años. Era cantor y compositor, pero sus tías contaron que arrancó desde chico ayudando a su padre en la tapicería de la familia. “A los asesinos espero que Dios los perdone, y espero que la Justicia haga algo por él, porque era una persona con sueños a la que le arrebataron la vida. Mi ahijado le había hecho una canción a la selección Argentina y soñaba que Lionel Messi y los jugadores llegaran a escuchar lo que él había compuesto”, señaló Beatríz Díaz, madrina del artista, que no podía contener las lágrimas al recordar a su sobrino predilecto.

“Él fue un chico que si te veía descalzo se podía sacar las zapatillas y dártelas con tal de ayudarte, porque venimos de un barrio muy humilde, de gente trabajadora que busca salir adelante”, agregó la mujer, para dar una referencia sobre la personalidad de la víctima.

Otro golpe a la familia

Giselle y Beatríz Díaz confirmaron que “Tano” y su padre eran familiares del operario de cable, Enzo Mariani, quien en 2019 fue asesinado en un hecho de inseguridad.

El 18 de marzo de 2019, cerca de las 15:30, Mariani y su compañero Víctor Hugo Condorí salían de trabajar en un domicilio de 9 de Julio al 2.800 y se disponían a irse en la camioneta de la empresa de cable cuando un adolescente encañonó a Condorí y le exigió sus pertenencias. Mariani, que estaba ubicado como acompañante, le entregó al agresor su teléfono. El mismo le reclamó las otras pertenencias al operario, quien le manifestó que no tenía nada más. En ese momento, el menor le efectuó un disparo en la región intercostal que le causaría la muerte horas después. La víctima fue asistida en el hospital Padilla, donde no pudieron estabilizarla. Por ese hecho, en mayo de 2021, Omar Alejandro Monteros, fue condenado a la pena de 16 años de prisión por homicidio agravado, y, en octubre de 2021 el otro acusado, ya con 21 años (era adolescente al momento del hecho), fue condenado a 10 años de cárcel en el penal de Villa Urquiza.

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