Messi a LA GACETA: del ‘qué mirás bobo’ al “orgullo de estar entre los cuatro primeros”

El capitán argentino habló con este medio, más relajado, tras la victoria ante Países Bajos.

Lionel Messi, capital del seleccionado. EFE Lionel Messi, capital del seleccionado. EFE

Mientras nosotros le hacíamos la guardia a los héroes en la zona mixta del icónico Estadio de Lusail, por las redes ya explotaba la nueva versión de un Lionel Messi erigido en hombre en llamas, con sus piernas primero, con su lengua después cuando el boleto a las semifinales de Qatar 2022 ya estaba en el bolsillo de los argentinos y la tangana con los derrotados naranjas de Países Bajos iba in crescendo.

El “qué mirás bobo, qué mirás” (a Wout Weghorst) seguido de un furioso “andá pallá” despertó la intriga de los que estábamos en la base subterránea. Nos preguntamos si fue para Louis Van Gaal, a quien “Leo” le dedicó un Topo Gigio bien a lo Román, o para Edgar Davids, su ayudante de campo, por el que “Leo” juntó sus dedos mágicos e hizo la mueca del famoso “arrugue” o el “así de que chiquito sos”. La superficie de Lusail estaba tan ardida como su corazón interno.

De a “puchitos” fuimos atando cabos en la información. Van Gaal la ligó con “Leo” y también con “Dibu” Martínez, nuestro Terminator en los penales. “Que aprenda a callarse la boca”, respondía en un perfecto inglés el arquero durante una nota para la TV inglesa en la que remarcó la falta de respeto del entrenador neerlandés.

Y así, de gol en gol, de atajada en atajada llegamos a la fuente principal de nuestras mayores alegrías en Oriente Medio. LA GACETA llegó a “Leo” Messi.

“Son cosas que pasan ahí dentro de la cancha. Creo que hubo situaciones donde pasaron cosas que no tendrían que pasar, pero bueno es parte del fútbol. Es normal, jugábamos cuartos de final y las dos selecciones queríamos estar en semis. Y nada, por suerte se nos dio a nosotros”, le respondió a este diario el capitán argentino visiblemente más relajado, todavía relamiéndose las vestiduras por haberle hecho masticar sus palabras a quiénes les “quepa el saco”. “Se había hablado mucho antes del partido, cosa que no nos había gustado a nosotros porque sentimos que nos habían faltado el respeto”, agregó al rato el “10”, sorprendido y agradecido por alcanzar al máximo artillero de nuestra historia nacional en mundiales, Gabriel Batistuta, con 10 goles. “Sabía lo del ‘Bati’, poder alcanzar su récord es increíble. Estoy feliz de estar arriba con él”.

La respuesta del ya retirado “Batigol”, y los respetos de “Leo” hacia él, no demoraron en subirse al tren de la fantasía nacional. “Tuve el récord durante 20 años y lo disfruté. Ahora es un gran honor y placer compartirlo contigo, ¡esperando que puedas superarlo el próximo partido!”, felicitó con un “Leo querido” “Bati” a “Leo”, y decoró su posteo en twitter con una imagen suya de espaldas, mostrando el dorsal “9” con su apellido y brazos en alto a la espera de un sonriente Messi que viene por el abrazo de gol.  

Estar frente a frente de “Leo” Messi fue tan impactante como verlo descaderando rivales. Si en la cancha transmitió miedo, al contrario, en la zona mixta nos regaló paz a los periodistas con sus declaraciones. LA GACETA fue testigo del “Leo” más maradoniano de la historia, ofreciéndonos su argentinidad al palo. “Creo que terminamos sufriendo de más al pedo, porque con el 2-0 se podría haber terminado el partido en los 90 minutos. Ellos no hicieron nada, solo meter gente alta, grande de arriba y meter pelotazos que nos complicaron de esa manera. El árbitro tampoco ayudó mucho. Injustamente terminamos llevando al alargue a un partido que podíamos haber terminado en los 90 minutos”, ante esa declaración solo le faltó volver a reeditar su Topo Gigio hacia la TV donde Van Gaal intercambiaba conceptos con la prensa en conferencia oficial para la televisión. Je, je, je.

Entonces llegamos a las sensaciones, a la procesión interna de “Leo”: “Estoy muy contento, fue un desahogo poder estar entre los mejores cuatro del mundo. Lo disfruto muchísimo”, reconoció y fue por más. “Estar entre los cuatro mejores es algo espectacular, después de haber perdido en octavos de final el Mundial pasado y de haber dejado esa sensación amarga. Esto es algo muy lindo para nosotros, para la gente, para la Argentina y el fútbol en general”.

Sería todo un desafío calcular cuántos millones de fanáticos estuvieron con Jesús y Alá en la boca durante los penales. Sí podemos decir que “Leo” integró esa lista. “Los sufrí muchísimo”, volvió a decirnos y a regalarnos una gran sonrisa en su despedida cuando un colega le habló sobre la frase que fue patentada en remeras, tazas y en todo lo que podamos imaginarnos. Porque el “qué mirás bobo” ya es nuestro gracias al más argentino de los argentinos, Lionel Messi. El de los 95 goles en la Selección, el de gol 2.700 en mundiales, y el que, rezamos, nos lleve a una nueva conquista de la Copa del Mundo.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios