Luis Zazano: La historia detrás del cura influencer que soñaba con casarse y ser doctor

En una conversación profunda, Luis Zazano recuerda su infancia, cuenta cómo fue ese primer encuentro con Dios y evoca a su maestro. Nos habla del mundial y se despide con un mensaje para esta Navidad.

PADRE LUIS ZAZANO / LA GACETA (ARCHIVO) PADRE LUIS ZAZANO / LA GACETA (ARCHIVO)

El nombre de Luis Zazano es mundialmente conocido. Aunque apenas tiene 37 años, su historia de vida ha sido desde que se ordenó como sacerdote una revelación. Se define como “influencer del de arriba” y usa las redes sociales o cuánto canal de comunicación esté a su alcance para evangelizar.

El sacerdote es reconocido por los mensajes que graba cada mañana, audios con los cuales difunde el Evangelio y mediante los cuales ha logrado fundar Misioneros Digitales Católicos, una comunidad formada por laicos de varios países. La asociación hoy tiene miembros en Estados Unidos, Guatemala, Paraguay, Colombia y Europa. Y no solo funciona por los audios de whatsapp, sino que además mediante convenio con universidades, se dictan cursos y capacitaciones a distancia.

En sus redes, Zazano se luce como buen comunicador. Uno de sus últimos posteos en Facebook es el día de la final de la copa del mundo. Lleva puesta la camiseta de la selección argentina y está parado dentro de la iglesia. En un movimiento rápido el padre Luis Zazano toma su celular en modo selfie y saluda con fuerza a sus seguidores (que superan los 50 mil). Comienza el relato hablando sobre los orígenes, sobre el inicio de la vida y aquello que somos. Les cuenta la historia de San José, a quien Dios le presenta un camino que no tenía planificado, habla del sacrificio y de no bajar los brazos. “Él perseveró y siguió adelante”, señala. Rápidamente, linkea esa historia con Leo Messi. “Lo hemos liquidado y criticado y hoy, llegó hasta su último mundial. Por eso, aunque te maten todos, seguí con Cristo”, cierra optimista y con una sonrisa.

En pocos segundos, este video reúne una catarata de comentarios y es compartido ciento de veces.

Luis Zazano no es un cura convencional, es más, busca diferenciarse. Ser ese Luis, le ha costado trabajo (terapia de por medio) porque tuvo que superar algunas crisis personales cuando más de una vez  se preguntó si estaba haciendo lo correcto.

Abajo compartimos, un resumen de la charla.

¿Cómo nace tu vínculo con Dios, la Iglesia y la religión?

Vengo de una familia que no es católica. No está comprometida con el catolicismo. Mi mamá es correntina y se conoció con papá en Buenos Aires en 1969. Un año después se casaron y armaron su vida acá, en Tucumán. Tuvieron a sus hijos.Tengo tres hermanos mayores y después de casi 20 años nací yo, el más pequeño.

En esa época, por algunos problemas de salud de mi mamá, muchas veces estuve al cuidado de mis hermanos mayores. Así que si, he sido siempre el malcriado.

De chico fui a un colegio parroquial, era religioso, pero jamás había estado inserto en grupos juveniles católicos. Hasta que me puse de novio.

¿Qué pasó entonces?

Ella formaba parte de un grupo catolico. Así que empecé a ir a misa todos los domingos, salvo cuando jugaba Atlético, ahí negociabamos e íbamos los sábados. Pero yo siempre había criticado a los curas. ¡Los liquidaba!

¿Por qué?

Recuerdos que tengo de niño. Una vez mi mamá me fue a buscar al colegio, y el cura dijo algo que me molestó mucho y nunca olvidé. Ella usaba un bastón para ayudarse a caminar, y él le preguntó que le había pasado. Mi madre le dió una explicación a lo que el cura le respondió: Eso le pasa por no venir a la Iglesia, Dios debe haberla castigado. Fue una mala experiencia, pero puse a los curas en la misma bolsa. Ese día fue un antes y un después.  

¿Cómo pasaste entonces a querer convertirte en uno?

El 2001 fue una época muy difícil económica y socialmente en nuestro país. En ese entonces, empezaron a surgir muchos comedores, donde iban niños que no tenían para comer. Mi novia, pertenecía a un grupo catolico y empezamos a ir juntos a ayudar. En ese momento, los dos estudiabamos Medicina. Mi sueño siempre había sido, casarme, tener hijos y ser médico. Pero ya ves, hoy la tortilla se dio vuelta. De hecho, en el comedor sentía que me acercaba mucho a los chicos, porque mi idea era ser pediatra. Ahora soy médico del alma.

En fin. Me costó mucho decidirme.  

¿Cómo fue?

Tenía otra vida, muy distinta. Mi primer gran experiencia fue en un retiro espiritual donde conocí al Padre Carlitos Sánchez, actual Arzobispo. Tomamos mate, charlamos y él se volvió mi amigo cura. Fui encontrándome con un mundo espiritual que me dio vuelta. Me cambió el chip. Me di cuenta de la existencia de un Dios latente.

Pero el proceso fue muy difícil. Me costó mucho decidir cuál era mi vocación. Tuve dudas, porque debía elegir entre dos cosas buenas en mi vida. Mi novia, a quien quería mucho y Dios.

¿Cómo reaccionó tu entorno cuando se lo comunicaste?

Mi novia, muy mal. Pensó que la engañaba, se enojó mucho, pero entendí su dolor. Y en mi casa no me creían. ¡Les costó un fardo!

Mi papá dejó de hablarme durante casi tres años. Recuerdo que me preguntó ¿Qué te pasó? ¿No te gustan las mujeres? ¿Porque vas a encerrarte a un seminario?, hasta me cortó los víveres.

La única que me apoyó fue mi hermana, que era maestra. Ella me acompañó en todo momento y mirá lo que son las cosas, años más tarde ella se convirtió en monja de clausura. Asi que ¡fue todo muy loco!

¿Quién es hoy Luis Zazano?

Si me hacías esa pregunta hace un tiempo no podía responderla. Tuve mi crisis fuerte, no sabía quién era yo. Luché contra mi mismo, por eso hoy puedo decir que soy un chico que lucha por su vida, comprendiendo que debo vivir en la realidad, qué tengo errores y los manifiesto. Trabajo en mis virtudes para tener una actitud servicial desde el sacerdocio. Soy Luis, no comido por un sacerdocio, sino plenificado por el.

¿Esa crisis tuvo que ver con tu elección?

La gente suele pensar que las crisis en el sacerdocio sólo son en función de una mujer y no hay nada más alejado.

La crisis en mi caso tuvo que ver con un exceso de actividades, activismo le llamo yo. De pronto me di cuenta que mi agenda estaba repleta de actividades pero no encontraba el momento para mi. Hay una realidad detrás de eso que no queres ver. Lo mismo nos pasa a los cura. Dejas de lado actividades como reunirte con amigos, o dedicar tiempo a la lectura, etc.

Creo que es muy importante hacer un trabajo de madurez afectiva y apoyarse en profesionales. Porque en ese proceso, a veces,aparece el fracaso. En mi caso, mi terapeuta y un guía espiritual fueron de mucha ayuda. El siempre me decía, el tiempo de crisis no es tiempo de decisiones. Por eso esperé para resolver mi situación.

En ese proceso, ¿pensaste en dejar todo?

Y sí, claro que pensé en dejar todo. Tuve una lucha interna y creí que estaba equivocado.

Había recibido algunas críticas por mi trabajo y el pedido de que dedique más tiempo a mi parroquia.  

No soy el Luis que puede estar todo el día en la parroquia, a mi me gusta moverme, estar de un lado a otro. Vincularme de múltiples maneras con mi comunidad. Entonces dije ¿quizá yo deba cambiar, o será este estilo de vida que no encaja en la iglesia o en mi familia?

¿Qué cosas no negocias en tu vida?

Hay tres pilares que no debo perder: Mi identidad, que es responder a quien soy; mi autenticidad que implica mostrarme como soy y mi autoestima para valorarme por lo que soy. Si pierdo estos tres pilares mi vida tarde o temprano va a declinar. Nos pasa a todos.

¿Cuál es la relación que tienen los fieles con la Iglesia hoy?

Quienes integramos la Institución iglesia hemos cometido errores. Como decía el Papa Francisco, hubo muchos aduaneros eclesiales que determinaron quienes podían entrar y quienes debían salir de la Iglesia. Y a veces no nos damos cuenta que hay personas que buscan reconciliarse con Dios.

... Tu mensaje en esta Navidad...

Este tiempo de Navidad, es para vivir la experiencia de un Dios que viene a iluminar las oscuridades de nuestra vida. Todos tenemos momentos dolorosos en donde no queremos volverlo a mirar, porque nos dio tanta tristeza. Así vino Dios a la humanidad que entraba a la tristeza, y les trajo alegría. Por eso, como bien dice el Ángel, alégrense porque traigo una gran noticia. Hoy, la noticia es que tu vida vale y hay mucho que hacer por tu felicidad. Que Dios, La Virgen y los Santos los acompañen.

¡Hasta el cielo no paramos!  

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