El sospechoso detenido por la muerte de tres kurdos en París habló con los investigadores sobre su "odio a los extranjeros", declaró hoy la fiscal de la capital francesa.
El hombre, de 69 años, fue detenido el viernes tras matar a tiros a dos hombres y una mujer en un centro cultural kurdo y una cafetería kurda cercana, en el distrito 10 de París.
Las muertes conmocionaron a una comunidad que se preparaba para conmemorar el décimo aniversario del asesinato no resuelto de tres activistas y provocaron protestas que desembocaron en enfrentamientos con la policía.
El sospechoso dijo durante el interrogatorio que un robo en su casa en 2016 había desencadenado un "odio a los extranjeros que se volvió totalmente patológico", explicó la fiscal Laure Beccuau en un comunicado.
El hombre se describió a sí mismo como depresivo y con tendencias suicidas, relatando que había planeado suicidarse con una última bala después de su ataque, sostuvo la fiscal.
Un registro en el domicilio de los padres del sospechoso, donde vivía, no encontró pruebas de ningún vínculo con la ideología extremista, comentó, añadiendo que primero había buscado víctimas potenciales en un suburbio de la capital francesa, pero abandonó ese plan tras encontrar poca gente en el barrio.
Representantes kurdos han pedido que el tiroteo del viernes sea considerado un atentado terrorista. El sospechoso permaneció el domingo en una unidad psiquiátrica después de que el sábado se suspendió su interrogatorio por motivos médicos, informó la fiscal.
En cuanto a las otras tres personas heridas en el tiroteo, dos seguían hospitalizadas, pero sus vidas no corrían peligro, añadió.
La fiscal había dicho previamente que el sospechoso había sido puesto en libertad recientemente a la espera de juicio por un ataque con sable contra un campamento de inmigrantes en París hace un año.