Fue condenada por robarle U$S 36.000 a su empleadora

Si bien no irán a prisión, una empleada doméstica y su pareja debieron entregar la camioneta que compraron y deberán devolver $ 1 millón.

Tribunales penales. FOTO MINISTERIO PÚBLICO FISCAL Tribunales penales. FOTO MINISTERIO PÚBLICO FISCAL

Una empleada doméstica y su pareja fueron condenados a 18 meses condicional al reconocer que habían sustraído U$S 36.000 a su empleadora. Además de la pena, la Justicia aceptó que entregaran a la víctima la camioneta que habían adquirido con el dinero sustraído.

La joven fue procesada por haberle robado U$S 36.000 a su empleadora. La misma suerte corrió el hombre que le recibía y ocultaba los billetes.

Todo comenzó cuando la propietaria de una vivienda descubrió el faltante del dinero. Ella guardaba esos ahorros en una bolsa negra que estaba en el interior de una conservadora que, según se supo, mantenía oculta en una alacena de dos metros de altura. La mujer denunció en la Policía que nadie había ingresado a su domicilio.

Los agentes, al mando de los comisarios Miguel Carabajal y Jorge Dib, dirigidos por el fiscal Diego López Ávila, investigaron el caso. Descubrieron que la empleada doméstica había tenido un importante crecimiento económico.

La investigación realizada por la Fiscalía de Robos y Hurtos I, y de la querella, que fue representada por el abogado José María Molina, determinó que Daisy Vanina Flores era la que había robado el dinero de la vivienda de su empleadora y que su pareja ocultaba el botín.

“Las pruebas son contundentes. Esta mujer, aprovechando la confianza en ella depositada como niñera, se encargaba, mientras trabajaba, de sustraer parte el dinero”, sostuvo Molina. “Existen informes financieros que demuestran que con el dinero sustraído se compró una camioneta”, añadió.

Gastaron el dinero

El abogado señaló además el crecimiento que tuvo la acusada. “Tenemos pleno conocimiento de que montó su empresa en la venta de ropa de gauchos, organizaba encuentros dedicados a la doma de caballos y hasta repartía tarjetas con su nombre para prestar dinero. Todo eso lo hizo con el dinero robado a la persona que represento”, explicó Molina.

Con todas las pruebas en su contra, los acusados resolver cerrar la causa a través de un juicio abreviado. A la mujer la condenaron a un año y seis meses de prisión condicional por el delito de hurtos reiterados, en tanto que a su pareja, recibió idéntica pena, pero en su caso por encubrimiento por receptación agravado por ánimo de lucro.

Además de la pena, para reparar a la víctima, los condenados le entregaron la camioneta que habían adquirido y pagaron la primera de las dos cuotas de $500.000 que se les impuso.

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