Cartas de lectores: ilegalidad e injusticia

23 Febrero 2023

Estudió y se recibió de maestra jardinera. Su ilusión y su corazón estaban puestos en los niños y en el trato con ellos. Se inscribió año tras año en el sistema público de educación. Nunca la llamaron, quizá porque no tiene contactos políticos. Así que trabajó en escuelas privadas. Hace cinco años consiguió trabajo en una escuela de barrio Sur. Entró como reemplazante de otra maestra y posteriormente quedó como titular. La dueña y directora del establecimiento la tuvo siempre negro, pagándole un salario miserable. ¿Qué pasó con los inspectores de los organismos de contralor? ¿No veían esta situación irregular que se repetía con las otras maestras o hacían la vista gorda a cambio de beneficios económicos? Al finalizar el 2022 la sacrificada maestra le planteó a la señora directora que no podía continuar en esa situación precaria en la cual carecía de los beneficios básicos como aporte jubilatorio, obra social, salario familiar, vacaciones pagas, etcétera. A la señora no le importó de sacrificio de cinco años dedicación absoluta. Prefirió perderla porque seguramente tiene a su disposición otra gente necesitada a quien explotar. Esa maestra es mi nuera. Una muy buena persona, sencilla, respetuosa, decente, amorosa y dedicada. Ella está muy triste y deprimida y su situación angustia a toda la familia. Ruego a quienes valoren estas cualidades y estén en condiciones de darle trabajo en un jardín de infantes que se contacten conmigo.

María Antonia Arias 

Catamarca 410 

San Miguel de Tucumán

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