Cartas de lectores: El futuro de Yerba Buena

10 Marzo 2023

La publicación “Urbanistas advierten sobre el futuro de Yerba Buena” (03/03), si bien detalla múltiples falencias y deterioros en el entramado urbano de Yerba Buena y las causas de ellos, contiene una falencia que, a los que vivimos en ese municipio, no puede sino llenarnos de dudas que bien podrían haberse resuelto publicando la información completa. Por ejemplo: ¿quién trajo a los “expertos” en desarrollo urbano de la ciudad de Buenos Aires? ¿Vinieron gratis y en caso contrario, quien se hizo cargo de los gastos? ¿Quiénes integran el “grupo de vecinos” que trabaja desde hace tres años en un proyecto de transformación del Estado municipal y para reformular urbanísticamente a Yerba Buena? En este caso, no entendemos que un noble propósito se mantenga en secreto y más allá de banderías políticas. ¿El fin de esta reunión de amigos es elaborar un plan para crear un Estado solido, sustentable y eficiente que de cualquier modo tendrá que ser ejecutado por la dirigencia política, sea municipal o provincial? ¿Por qué entonces el misterio? Creo que debemos pensar en primer lugar que el problema de Yerba Buena se encuentra, como se ha mencionado, estrechamente ligado a la sierra de San Javier y cabe recordar que existe un trabajo profundo sobre toda el área denominado DAMI (Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior), financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que fue ejecutado por la Dirección de Planeamiento y Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la UNT (más 1.300 páginas y 300 informes) en dos años de labor, con 12 técnicos y especialistas (el único abogado fue quien escribe esta nota). Tal exhaustivo trabajo nunca fue publicado y es el trabajo más serio sobre el Gran Tucumán, del cual Yerba Buena es parte central. Ni expertos, ni vecinos interesados pueden emprender trabajos serios sin involucrar a toda el área de la sierra de San Javier, al menos desde Lulles hasta el Taficillo (San Pablo, La Rinconada, Tafí Viejo, Cebil Redondo). El autor de la nota debería conectarse con su coterráneo, arquitecto Héctor Bomba, que fue director del trabajo del DAMI. Hoy más nunca se requiere inquietud por la cosa pública (desde las veredas, el transporte, las edificaciones, los canales, la limpieza y todo el ámbito vital de una comunidad). Se trata de un verdadero aliciente para superar los males estructurales que se ciernen sobre un área de innegable crecimiento como es Yerba Buena. Pero no nos parece razonable que se elaboren verdaderos proyectos en el anonimato, o sea en la oscuridad, pues estos gestores pierden la posibilidad de enriquecer las iniciativas de los propios actores de la comunidad, los profesionales o simples interesados en mejorar el hábitat donde se vive. Hemos presentado en el C.D. un trabajo “Plan de Protección de la sierra de San Javier”, que propone un trabajo conjunto de la UNT y el Gobierno provincial, que comprende los municipios (Lules, Yerba Buena,Tafí Viejo) y todas las comunas rurales intermedias, que establece las bases para luchar contra las usurpaciones, el control biológico, los cursos de agua, canales y derivaciones. Ese debe ser el marco jurídico dentro del cual pueden ejercitarse proyectos como el señalado por el periodista taficeño. Lo contrario, un plan “secreto” para elaborar un proyecto, es mirarse el ombligo si no se tiene en cuenta la madre del Gran Tucumán que es la Sierra de San Javier.

Benito Carlos Garzón 

EstudioGarzonyAsoc@hotmail.com


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