Las seis claves de las medidas anunciadas por Massa

Los objetivos que persigue el gobierno con el canje de bonos y las dudas del mercado.

Las seis claves de las medidas anunciadas por Massa

¿En qué consiste el proceso de canje de bonos a organismos públicos?

En general, las medidas adoptadas por el Ministerio de Economía tienden a extender los vencimientos de la deuda en pesos. Una de las medidas implica un canje de los organismos del sector público que poseen bonos Globales (con legislación en Nueva York) a cambio de nuevos títulos en pesos emitidos por el Tesoro, señala  a LA GACETA el economista Lautaro Moschet. La segunda medida es que estos organismos vendan Bonares (bonos en dólares con legislación local) en el mercado y una vez que recibe a cambio los pesos, compra bonos del Tesoro, para poder financiar al sector público.

¿Cuál es el objetivo que se persigue con estas acciones?

El Palacio de Hacienda intenta absorber los excedentes de pesos que hay en el mercado y que presionan la alza los precios al consumidor, es decir, a la inflación. Paralelamente, se intenta bajar la deuda en dólares con legislación extranjera, pero sin utilizar las escasas reservas del Banco Central. El secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, calculó que esa reducción del endeudamiento en moneda extranjera puede alcanzar los U$S 4.000 millones. Rubinstein afirmó que “de manera sostenida, el Estado irá ganando capacidad de actuación en los mercados del dólar financiero, lo que permitirá evitar subas disruptivas de los sistemas conocidos como Contado con Liquidación (CCL) y MEP o Bolsa, factor clave para el despliegue de medidas que fortalezcan el orden macroeconómico”.

¿Cuáles son los temores del mercado?

El temor se origina en que en un escenario de escasez de reservas del Banco Central, acentuado claramente por la severa sequía, las autoridades podrían encontrarse que estas nuevas iniciativas otorguen sólo un alivio momentáneo, al no atacar los serios desequilibrios económicos a administrar en esta etapa de transición, aunque a costa de extender las intervenciones en el mercado las cuales generan distorsiones en valuaciones y un deterioro en la confianza, indica economista Gustavo Ber. Con un ritmo de drenaje que no resulta sustentable, y reservas netas en niveles ya demasiado reducidos, se acentúa la preocupación sobre esa dinámica y de ahí la expectativa que generan los anuncios económicos en busca de evaluar si podrán estabilizar la situación, puntualiza el analista bursátil. Como respuesta inicial a las últimas medidas, los dólares financieros aflojan aunque los operadores reconocen que suele ser la reacción habitual cuando se genera un exceso transitorio de oferta a través de normativas que luego podría esfumarse, por lo cual de ser así los “fundamentals” (variables macro y microeconómicas) volverían a prevalecer. El Riesgo País aumentó a casi 2.400 puntos básicos, lo que marca cierta desconfianza desde el exterior.

¿Qué pasará con los bonos canjeados?

Según el economista Aldo Abram, aquellos que tengan bonos en dólares y luego los pesifiquen no se beneficiarán a precios razonables, porque no estarán a valor de mercado. “En el futuro, con el atraso fenomenal del mercado cambiario, esos títulos se licuarán, lo que implicará un perjuicio adicional”, advierte el director de la Fundación Progreso y Libertad. A la vez, vendiendo los Bonares, los organismos públicos permiten que bajen los dólares financieros, subiendo tasas de interés y el mercado arbitra con esas tasas en pesos más altas, acota.

¿En qué medida los anuncios afectarán los fondos de los jubilados?

El Gobierno sostiene que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses podrá revalorizarse en unos U$S 2.000 millones con el rescate y unificación bonos que están en manos de los organismos públicos. Actualmente, el fondo de los jubilados cuenta con U$S 11.150 millones de títulos públicos con legislación local y U$S 2.500 millones bajo ley extranjera. Los títulos serán entregados en su totalidad a Nación, que los sacará de lista e implicará un desendeudamiento directo. La oposición sostiene que la medida sí tendrá afectación. En tanto, el economista Aldo Abram dijo que El FGS malvenderá los Bonares para comprar títulos en pesos que valdrá más porque saldrán más caros, por lo que es un mal negocio, por más que la Anses diga que es un buen negocio. Y, en su contacto con LA GACETA, lanzo dos interrogantes: si era tan buen negocio ¿por qué razón no hicieron antes la operación? ¿Por qué necesita estar dentro del decreto el FGS si, al ser un buen negocio, necesitan ser obligados a ingresar a esta operación de canje? De una u otra forma, expresa el experto, la operatoria necesita un aval jurídico.

¿Es una herencia para la próxima gestión?

Abram sostiene que las críticas que sostienen que habrá una pesada herencia para la próxima gestión son razonables, pero si se analiza con objetividad, se concluirá que el médico que tiene un diagnóstico equivocado cure el paciente, es utópico. “De alguna manera, tenemos que rezar que este médico, saque al país de la terapia intensiva y que pase al paciente con un diagnóstico no tan grave para que no tenga consecuencias en la infección socioeconómica que implica una medida de esta naturaleza en índices como la pobreza y la falta de oportunidades laborales”, sintetiza. Massa ganó tiempo con la operatoria y, así, descomprimió transitoriamente la presión del endeudamiento en pesos. Según GMA Capital, en apenas ocho meses de gestión, durante la era Massa ya se realizaron cinco canjes. “Cada conversión suele tener menor eficacia a la anterior en términos de adhesión. Y la cuarta operación no fue la excepción. Considerando que los títulos elegibles sumaban un valor técnico de $ 7,5 billones, la adhesión efectiva (diferente a la informada a la prensa) fue 58%”, advirtió la consultora en aquella oportunidad. De allí sobrevino el quinto canje con organismos públicos y la reunión con los banqueros y financistas para analizar el contexto económico y financiero de la Argentina.

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