02 Abril 2023

Malvinas como río de fondo

Un rompecabezas artliano y poético sobre los años de formación

NOVELA
CUANDO TE VI CAER
SEBASTIÁN BASUALDO
(Hojas del sur - Buenos Aires)

En Cuando te vi caer, la guerra de Malvinas es el río de fondo, la corriente profunda e invisible que corroe la superficie de la realidad. Lautaro es un joven que ha quedado sin padre y que convive con su madre, sus abuelos y con un padre no biológico, el novio de su madre. Ese hecho simple condiciona la estructura y la mirada de los hechos. Cuando te vi caer no sería la misma novela si estuviera narrada por la madre de Lautaro o por el abuelo. Parte del logro formal y material de Cuando te vi caer tiene que ver con la elección del narrador y el punto de vista. El que narra es Lautaro y es el que cuenta cuánta admiración siente por Francisco, el ex combatiente, el héroe de la guerra y de su vida.

La guerra es un poderoso explosivo que detona, lentamente, en la compleja superficie de la vida. La punta del iceberg es el cuerpo de la novela y en esa piel propicia y cotidiana sucede la atribulada vida de los personajes. Es impactante la trayectoria de Francisco y, sobre todo, es notable cómo repercute esa existencia anodina y crucial en Lautaro y cómo configura, a partir de ahí, el camino de aprendizaje de Lautaro. Se podría decir que Cuando te vi caer encarna o propone una forma díscola e indirecta de la novela de iniciación. En un barrio violento que se parece a un pueblo (Villa del Parque), entre amigos diversos y dispersos, Lautaro aprende la lógica del amor, del valor y de la traición. Eso es la vida para Lautaro: una forma velada de la delación, una montaña empinada que hay que subir y que tiene en la cumbre las formas encubiertas y directas de la mentira, del amor y de la pena.

© LA GACETA

FABIÁN SOBERÓN

Un libro sobre cuando casi bombardean Buenos Aires

Textos sobre la música y la Guerra de Malvinas

COMPILACIÓN
ESCUCHAR MALVINAS
VV. AA.
(Gourmet musical - Buenos Aires)

Cuando se habla de la música argentina en tiempos de la Guerra de Malvinas la referencia suele ser al rock nacional. El adiós de Serú Girán y el salto solista de Charly García, la consolidación de Luis Alberto Spinetta y la aparición de un boom de bandas con una calidad increíble. Ahí están, entonces, Los abuelos de la nada, Sumo, Soda Stereo, Virus, GIT, Los Twist, Suéter, Miguel Mateos-Zas, Los violadores y tantos otros grupos tan buenos que la lista se volvería por demás extensa. En esa línea, este libro es una originalidad entre tanto material publicado por los 40 años de la guerra.

En Escuchar Malvinas, con textos compilados por Esteban Buch y Abel Gilbert y escritos por Camila Juárez, Mariano del Mazo, Mercedes Liska, Norberto Cambiasso, Sergio Pujol, Ricardo Dubatti, Martín Liut y Julián Delgado, el tema es la música pero desde una visión amplia. Nos permite, en ese sentido, pensar a la Argentina de esos años. Gilbert, por ejemplo, a través de su texto “Los sonidos de la guerra” nos cuenta qué canciones escuchaban los jóvenes soldados argentinos. “El soldado Rubén Gaetán recuerda a un grupo de conscriptos que se ponían a cantar temas de León Giecco”, escribe. Son tiempos de “Sólo le pido a Dios”, “Era en abril” y “Catalina bahía”. También se alude a la incidencia del cubano Silvio Rodríguez con “En estos días”.

300 páginas para pensar, descubrir y recordar. Eso es lo que tiene Escuchar Malvinas. Por eso está bueno leerlo.

© LA GACETA

ALEJANDRO DUCHINI

Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad

El bienestar según un premio Nobel de Economía

ENSAYO
EL GRAN ESCAPE
ANGUS DEATON
(Fondo de Cultura - Buenos Aires)

El Premio Nobel de Economía 2015, Angus Deaton, estudia en este excelente libro la evolución del bienestar de la humanidad, haciendo notar que el progreso comenzó solo hace 250 años y que fue acompañado por una creciente desigualdad, o sea que el escape de la pobreza no fue para todos y muchos lo están esperando aún. De allí el título del libro tomado de la película “El Gran Escape”, con Steve McQueen y Richard Attenborough, en donde luego de un largo y sofisticado esfuerzo unos prisioneros de guerra logran escapar pero casi todos son luego recapturados. A lo largo del libro Deaton presenta evidencias que surgen de numerosos estudios detallados de economistas, sociólogos, demógrafos, politólogos, antropólogos y médicos sociales, comenzando con una presentación crítica y casi pesimista, pero siempre regresa a un importante optimismo.

Deaton analiza la evolución y distribución del bienestar utilizando un concepto más amplio que el ingreso, aunque en este libro solo agrega la salud. Destaca que ver solo la conducta de los promedios de la población es tener una visión muy incompleta y distorsionada de la evolución del bienestar. No es partidario de definir un índice de bienestar que agregue el ingreso y la salud, sino que considera conveniente estudiarlos por separado. Hace una breve referencia a las mediciones del concepto de felicidad pero considera que no es tan distinto que lo que muestra el ingreso.

El libro está dividido en tres partes. La primera trata la salud y la denomina “Vida y Muerte”. La segunda estudia el ingreso y la titula “Dinero”.

© LA GACETA

VÍCTOR J. ELÍAS

Fascinante taquigrafía dedicada a la demencia del oficio de narrar

Mezcla de temeridad provocativa y de ternura conmovedora

NOVELA
FUGAZ
LEILA SUCARI
(Tusquets - Buenos Aires)

Curiosamente en esta novela la autora no emplea ni puntos ni comas ni casi diálogos. Escribe con frases cortas y chispeantes en un presente continuo, y sin embargo logra evocar un mundo donde hay puntos y comas, paréntesis y diálogos. Nuestro mundo cotidiano, el que habitamos eventualmente sin querer.

Su escritura se inscribe en el género fantástico del modo paradójicamente más cotidiano, al punto de que su protagonista -una chica que acaba de parir- de pronto se convierte en una empanada. El texto es de una singularidad tan extraña como arbitraria pero siempre “fugaz” como lo anuncia su título, y continuamente reencarnándose en lo diferente y lo irreverente. La novela se divide en capítulos sucesivos y autónomos, que podrían leerse respectivamente como relatos. Y relatos mordaces, “signados -como dice la contratapa- por una mirada incisiva que evita cualquier lugar y da cuenta de un tiempo suspendido y casi alucinado”. Los nombres de esos capítulos son otros tantos nombres o, mejor, “heterónimos” de la propia narradora: “Uno”, “Guarida”, “Depósito”, “Crisálida”, “Dos”, “Espuma”, “Vacío”, “Óleo”. Y lo son en la medida que nombran las diversas estaciones o instancias por las que atraviesa.  

¿A quién dedica Leila Sucari su libro Fugaz, esta segunda novela suya a la que nos referimos?”. “A tu demencia”. Dedicatoria que, a medida que avanzan sus páginas, se constituye en un fidedigno comentario de la obra, en su sustrato más lúcido.

© LA GACETA

FERNANDO SÁNCHEZ SORONDO

Miradas sobre ocho autores clásicos tucumanos

Foguet, Juan José Hernández y Ardiles Gray, entre otros

COMPILACIÓN
OCHO NARRADORES. REFLEJOS DE PROVINCIA.
MABEL RUIZ
(La Papa - Tucumán)

En Ocho narradores. Reflejos de provincia, Mabel Ruiz nos ofrece nueve ensayos breves sobre literatura tucumana y establece con ellos una suerte de canon local, un registro de lo que bien podríamos considerar «nuestros clásicos», y la documentada justificación de su valía. Los textos desarrollan aspectos variados de la narrativa de ocho escritores tucumanos cuya lectura resulta, por lo tanto, imprescindible: Alba Omil, Raúl Albarracín, Juan José Hernández, Hugo Foguet, Julio Ardiles Gray, Ramón Alberto Pérez, Manuel Serrano Pérez y Octavio Cejas.

En la obra se combina el exigible rigor académico con el tono de cercanía que tanto agradecemos los lectores profanos en teoría literaria, pero ávidos por descubrir autores y obras. Así, el libro es un cuento más, una historia que se lee con la inteligencia y con el corazón, hecha de vidas y de textos, de técnica y vivencias, de historia y circunstancias. Todo ello se aglutina en estos ensayos con el aroma común de un Tucumán al que inevitablemente nos asomaremos con el lente de la nostalgia.

La obra, cuya primera edición data de 1986, es felizmente recuperada hoy por la editorial La Papa, con el empuje de los nuevos vientos, en esta auspiciosa primavera de las letras regionales que tanto nos alegra. Así lo celebro, con el agradecimiento doble de lector y escritor a quienes lo hicieron posible.

© LA GACETA

JUAN ÁNGEL CABALEIRO

Historias clínicas de superación y dolor de futbolistas

Libro a contramano de triunfalismos y facilismos

CRÓNICA
NO ME CORTEN EL PIE
JUAN MANUEL HERBELLA
(Planeta - Buenos Aires)

Un alto porcentaje de los futbolistas que decide colgar los botines se inclina por la dirección técnica o, ahora que el rol está en ascenso, manager, director deportivo, asesor calificado o como se le llame.

Muchos, acaso la mayoría, se retira de la escena y sigue el maravilloso deporte de la pelota número 5 como un adepto más.

Y también hay un segmento minoritario en que se cuenta Juan Manuel Herbella, preparado para “el día después” mucho tiempo antes de cerrar su carrera en el verde césped. Doctor en Medicina, Magister en Administración de Sistemas y Servicios de Salud, comentarista de partidos de la señal ESPN, investigador, Herbella acaba de salir al ruedo con uno de los libros más atrayentes que nos presentó el universo de los deportes en el año pronto a terminar: “No me corten el pie” (Historias clínicas de superación y dolor de futbolistas), un fecundo recorrido de once historias para las cuales recogió 143 testimonios  sazonados por su aguda mirada de conocedor, sanitarista, cultor de los saberes científicos y, si se quiere, por extensión, humanista.

“No me corten el pie”, metáfora que Herbella tomó de la desesperada súplica de Toranzo al doctor Fernando Locaso, de Huracán, camino del quirófano antes de una delicada intervención quirúrgica, es un libro a contramano de triunfalismos y facilismos. Su gran valor reside en poner la lupa en historias no siempre simpáticas, en ocasiones dolorosas, de las que también se nutre el deporte de alta competencia y que merecen la pena ser conocidas y valoradas.

© LA GACETA

WALTER VARGAS

Comentarios