Guillermo Calabrese le aportó sabor a la televisión nacional

El chef de 61 años, que popularizó “Cocineros argentinos”, sufrió un paro cardiorrespiratorio

FIGURA CERCANA. Guillermo Calabrese se hizo conocido por la televisión. FIGURA CERCANA. Guillermo Calabrese se hizo conocido por la televisión.

La historia de los programas de cocina en la televisión de aire argentina tiene muchos capítulos, desde que en 1951 Petrona C. de Gandulfo irrumpió en Canal 7 con un segmento donde enseñaba a preparar platos atractivos. Desde entonces, la pantalla se llenó de sabores y condimentos con personajes atractivos (los 90 fueron del Gato Dumas y de Karlos Arguiñano y desde principio de siglo fue la explosión de las señales de cable).

En un universo variopinto que iba de chefs consagrados que desafiaban desde platos hiperelaborados y de fusión a aspirantes que se jugaban su ilusión en diversos realitys, Guillermo Calabrese se ganó un lugar propio conduciendo “Cocineros argentinos”, el celebrado programa que fue los mediodías por la TV Pública (el mismo Canal 7 de Gandulfo) entre 2010 y 2020, con platos sencillos que tenían un halo de la vieja cocina argentina, preparados en un clima divertido y cordial que traspasaba el estudio y llegaba a cada hogar. Su continuidad lo encontraba ahora en Canal 9, al frente de “Qué mañana”, desde febrero del año pasado.

Ayer, inesperadamente, el reconocido cocinero de 61 años falleció de un paro cardiorrespiratorio no traumático. Pocas horas antes se había hecho un chequeo por su condición de diabético y obeso, ante algunas señales de malestar; el director del Hospital Fernández, Ignacio Previgliano, definió su deceso como una muerte súbita. De inmediato, la conmoción se apoderó de las redes sociales, con seguidores anónimos y famosos que lo despidieron con igual pesar.

Su inicio en el mundo de las ollas y sartenes fue, precisamente, con el Gato Dumas, cuando abandonó su avanzada carrera como estudiante de medicina (estaba en quinto año) para sumarse a su equipo desde el puesto más bajo: empleado de limpieza en uno de sus restaurantes en 1987, para llegar a ser jefe de cocina en tres años y luego fundador y director de su escuela.

Ampliamente reconocido en su mundo, el salto de popularidad terminó de darlo en la TV, donde su figura se hizo habitual en las pantallas y referencia de una determinada época, con su estilo bonachón y su gusto por preparaciones sencillas pero refinadas con algún toque distintivo.

“La gastronomía siempre estuvo presente y latente, típica familia donde la cocina tiene una impronta importante y todo pasa por ahí y la abuela, tía, madre cocinando y ese chico en vez de mirar la pelota de fútbol miraba cocinar”, evocaba Calabrese acerca del entorno de raíces sicilianas donde creció, y reivindicaba la idea de “darle de comer a la gente” y la importancia del trabajo en equipo. También agradecía “poder comer todos los días”, aunque siempre aclaraba que en su casa “cocinan mi hija o mi mujer”.

Junto al público, sus colegas y amigos lo despidieron con dolor. En Twitter, Alberto Cormillot publicó “qué buen tipo Cala... un gran compañero. Que descanses en paz”; mientras que Jorge Rial lo calificó como “un gran tipo y un cocinero popular. Lo vamos a extrañar”. “Qué triste noticia. QEPD Maestro. De ninguna manera este es un #BuenViernes”, escribió Nick.

Ayer no salió al aire el programa “Qué mañana” en señal de duelo. “Con profundo dolor despedimos a nuestro compañero y capitán de este barco que nos enseñó todos los días a cocinar con amor y pasión”, se publicó en nombre del equipo en la cuenta oficial de Instagram. “Emblema de la gastronomía argentina, compañero de la casa y gran cocinero: lo despedimos con mucha tristeza. ¡Hasta siempre, Cala!”, fue el saludo de la TV Pública. La cocinera Estefi Colombo recordó su generosidad y Juan Etchegoyen lo calificó como “uno de los cocineros más importantes de la historia en la Argentina”. Ximena Sáenz destacó el sentido del humor de Calabrese y que “sus prioridades siempre fueron su familia y su trabajo, al tiempo que Chantal Abad lo resaltó como “un enorme maestro, colega y referente”. “Recuerdo a Calita con una gigantesca carcajada, nos hemos divertido mucho. Fue mi primer profesor de cocina y mi primer maestro, de esos que te tiran una llave y te abren puertas”, afirmó Juan Braceli.

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