Cuidado, ahora también te pueden estafar con ChatGPT

Cuidado, ahora también te pueden estafar con ChatGPT

Dos situaciones, distintas entre sí, pueden dar indicios de la popularidad que está desplegando la inteligencia artificial. La primera de ellas acontece en una clase universitaria, dentro de un auditorio con cincuenta estudiantes de Comunicación Social. Deben producir un texto cuya temática consideren de relevancia para ellos y para lectores de su generación. ChatGPT, la generación de imágenes con computadoras, el impacto en la economía de la tecnología y sus amenazas son los tópicos sugeridos por ellos mismos. La ciencia suele ser un tema que cautiva a los estudiantes, pero sorprende la profundidad de sus planteos con un tema de reciente exposición pública.

La segunda situación se despliega en una serie de chats de Whatsapp con personas que trabajan en la producción audiovisual. Son editores de videos, conocen las lógicas de las redes sociales pero la sugerencia de uno de ellos altera el diálogo profesional. Acaban de compartir un enlace sobre cómo la inteligencia artificial puede acelerar la edición de entrevistas televisivas en cuestión de segundos. Es literal, segundos. De pronto, el sistema corta imágenes, audios y deja todo sincronizado. Con otra aplicación luego se podrá subtitular el diálogo de las personas filmadas. Un trabajo que hace unos meses llevaría de tres horas de trabajo, hoy se puede hacer en cuestión de minutos. Uno de ellos dice “hermoso”, otra dice “me quiero morir” y un último expresa “ni loco aprendo eso, no quiero quedarme sin trabajo”.

Todos, cada uno en su medida, se ven interpelados por una transformación que ya comenzó. Ven las oportunidades en cada industria y se inquietan por lo que pueda pasarles en un tiempo no muy lejano. Es que la masificación de la inteligencia artificial tomó por sorpresa a todos, de hecho, referentes de la industria tecnológica creían que la popularización de los productos de la IA iba a ocurrir entre el 2023 y el 2024. Todo se adelantó y esas previsiones de informes han quedado obsoletas.

Esta masificación ha impulsado también a usos perjudiciales en nombre de la inteligencia artificial y más específicamente el de ChatGPT. Su crecimiento ha sido tan grande que algunos analistas también advierten sobre posibles estafas que ya existen en torno al producto generado por la empresa OpenAI. Según investigadores de Unit 42, la unidad de Investigación e Inteligencia de Amenazas de Palo Alto Networks, ChatGPT ya es una de las aplicaciones de consumo más populares en la web con cientos de productos derivados de su poder conversacional. Como muestra de ello, comprobaron que entre noviembre de 2022 y principios de abril de 2023 se produjo un aumento del 910% en los registros mensuales de dominios de internet relacionados con ChatGPT. Es decir, sitios nuevos que se vinculan con dicho producto pero que no son oficiales. Además, se observó un crecimiento del 17,818% en dominios de ataque relacionados con registros de seguridad en ese mismo periodo de tiempo.

La forma concreta con la que están estafando en nombre de ChatGPT es a través de sitios engañosos que utilizan palabras como “openai” o “chatgpt”. Según los expertos, se publican direcciones falsas y con diseños que aparentan ser el chat automático pero que en realidad tienen el objetivo de que los usuarios descarguen programas maliciosos o compartan información confidencial. Según el reporte de Palo Alto Networks, una técnica habitual que utilizan los estafadores para distribuir “malware” es presentar a los usuarios un botón "DESCARGAR PARA WINDOWS" que, una vez pulsado, descarga un programa troyano que infecta una computadora o un celular. Luego se pueden robar datos sensibles como el acceso a un homebanking o un correo electrónico. Otro modo es engañar a las víctimas para hacerlos creer que van a pagar por servicios de ChatGPT y se solicita información como la de sus tarjetas de crédito. La página de ChatGPT sí tiene un servicio “Plus” que cuesta 20 dólares y ofrece algunas ventajas a los usuarios, pero sólo se puede hacer dicha gestión desde el sitio oficial y no desde terceros como por ejemplo aplicaciones para celular que también aparentan ser de OpenAI. Por ahora, no hay aplicación oficial de ChatGPT para Android ni para IOs.

Al parecer, la amenaza más inmediata de la inteligencia artificial no es su potencial para transformar la cultura, sino los avivados de siempre.

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