Billie Jean King y Bobby Riggs estrechan sus manos en la previa del partido del 20 de septiembre de 1973. El mismo fue visto por 40 millones de personas en todo el mundo. Billie Jean King y Bobby Riggs estrechan sus manos en la previa del partido del 20 de septiembre de 1973. El mismo fue visto por 40 millones de personas en todo el mundo.

“No hay forma de que una mujer pueda jugar bien al tenis contra un buen jugador varón”, repetía en el micrófono que estuviese al frente suyo el tenista Bobby Riggs. Tres veces campeón del mundo, se jactó durante muchos años de que los hombres eran superiores en el deporte y que las mujeres “apestaban”. Lo decía y repetía cada vez que podía, buscando provocar a la prensa y a las mujeres. Después de su exitosa carrera decidió volver a la cancha para desafiarlas. “El hombre tiene supremacía y la mujer debería saberlo”, repetía en cuanto late night show lo entrevistaban.

Todo comenzó con un suceso que quedó en la historia por ser el evento deportivo más convocante de audiencia con 40 millones de personas en todo el mundo observando. A sus 55 años, Bobby Riggs decidió retar en un partido a la mejor tenista del mundo, la británica Margaret Court, fue la primera en aceptar el reto. Perdió de manera contundente en un partido con un 6-2 y un 6-1, que se bautizó como la “Masacre del Día de la Madre”. “Las mujeres estadounidenses son las más privilegiadas de toda la historia y todavía no están satisfechas, quieren más”, repetía el provocador tenista e insistía hablando en contra del movimiento feminista que cada vez se mostraba más fortalecido: “dentro de poco los hombres que se casen no van a poder salir a jugar póker una vez por semana, no van a poder irse en viajes de fin de semana o vacaciones, sino que tendrán que jugar bridge o ir a conciertos con sus esposas y ser esclavos”.

Pero había otra mujer atenta a los temas feministas que ya pisaban fuerte en la década del 70. Billie Jean King había alzado su voz durante toda su carrera a favor de los derechos de la mujer en el deporte. “De niña me di cuenta que las chicas no tenían el poder, que las gente no nos escuchaba de la misma manera que a los chicos”, dijo en una entrevista. Desde mucho tiempo antes, la jugadora de tenis exigía igualdad de oportunidades y beneficios para las atletas y deportistas mujeres. Entre otras cosas, exigía igualdad de pago. Su curriculum estaba repleto de logros. Ganó un total de doce Grand Slams: seis Wimbledon (1966, 1967, 1968, 1972, 1973 y 1975), cuatro US Open (1967, 1971, 1972 y 1974), un Abierto de Australia (1968) y un Roland Garros (1972). Toda una leyenda del tenis que cambió que iba a perdurar en la memoria por el día en que jugó contra su oponente mayor, el 20 de septiembre de 1973.

Cuando le llegó la propuesta pública y prepotente de enfrentar a Riggs en un partido de “mujer versus varón”, Billie Jean King sintió que no tenía otra opción: debía ser consecuente con sus pensamientos y jugar.

Inmediatamente el partido acaparó la atención de los medios y del público que se reunió un 20 de septiembre de 1973 para ver el partido denominado “La Batalla de los sexos”. El partido se realizó en el estadio Astrodome de Houston.

“Parte de los medios nos etiquetaron como mujeres liberales y hubo tanto calificativos que fue impresionante. Nunca les hubieran hecho a los chicos”, dijo Billie a la prensa de la época según la BBC. Un detalle sobresaliente: para la tenista no se trataba de ser mejores que los varones, sino de mostrar el aporte de las mujeres al tenis, de valorar su presencia y generar así condiciones igualitarias para su práctica profesional.

Según los especialistas en el deporte, King aprovechó sus 29 años para trazar un plan de juego que le funcionó a la perfección, cansando a su rival con largos peloteos y moviéndolo a través de toda la cancha. El entretenimiento, para el público y los sponsors, era clave: ella salió a la pista portada como Cleopatra por cuatro culturistas cuales 'esclavos'. Él, rodeado de bellas modelos. En tres sets, Billie Jean King logró vencer a Bobby Riggs por 6-4, 6-3 y 6-3. “No se trataba de tenis. Se trataba de lograr un cambio social. Eso lo tenía claro cuando entré en la pista”, dijo después la tenista.

King, quien luego se convirtió en escritora, siempre describió el partido como clave en la lucha por la igualdad de género. También destacó siempre la importancia que tuvo el propio Riggs, con quien compartió amistad hasta el día de su muerte en 1995, tal como describe la BBC en varios artículos. “Cuando jugué contra Bobby yo lo admiraba por haber sido el número uno del mundo. Los dos venimos de California, así que lo conocía mucho, y la razón por la que le gané es porque lo respetaba”, confesó.

En 2017, el genial humorista Steve Carrel (“The Office”, versión de EEUU) interpretó a Riggs y Emma Stone (ganadora de un Oscar por “La La Land”) a Jean King en una película que ficcionaliza todo el suceso. Disponible en Google Play y YouTube, “La batalla de los sexos” (“Battle of the sexes”, 2017, dirigida por Valerie Faris y Jonathan Dayton) relató con detalle cómo Billie –quien se había convertido en la mejor jugadora de tenis del mundo- recibía como paga una fracción de lo que ganaban los varones: “El juego de varones es más atractivo”, le decían los empresarios antes de que ella firmara sus contratos bajo protesta de que la paga era diferente a sus pares varones. En el film se narra también que lo que se convirtió en una “batalla entre sexos”, era un negocio para Bobby quien ya estaba entrando en una decadencia económica. La película, finalmente, refleja muchas de las luchas feministas que continúan hasta estos días.

Con los años y, luego de varios documentales y la película que relata todo al detalle, Billie contó que siempre estuvo en contacto con Bobby. “La noche anterior a su muerte tuvimos una conversación en la que finalmente entendió la trascendencia del partido. Yo le decía que se trataba de hacer historia, y él repetía: 'No, es dinero'. Pero esa noche me dijo: 'En realidad hicimos diferencia, ¿verdad?', y yo le dije que sí, la hicimos”.

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