Las razones detrás de la “limpieza” de jugadores en San Martín

Suplir a los cinco despedidos, hallar los refuerzos justos y potenciar a un plantel que hasta acá no dio el piné son los objetivos de Pablo Frontini, quien a pocas horas de tomar el timón tiene un desafío complejo.

DE CAPITÁN A BORRADO. El nivel de Bravo se desplomó muy rápido. DE CAPITÁN A BORRADO. El nivel de Bravo se desplomó muy rápido.

La directiva de San Martín tomó la decisión de separar del plantel a Wilfredo Olivera, a Claudio Pombo, a Federico Bravo, a Matías Pardo y a Matías Quiroga un día antes de que Pablo Frontini se hiciera cargo del plantel. El nuevo entrenador no tuvo nada que ver con la medida. El bajísimo nivel del equipo en Mendoza fue el detonante, el punto que faltaba para que los dirigentes tomaran un determinación que venían analizando desde hace mucho tiempo.

Contratos altos, futbolistas que no rindieron de acuerdo a lo que esperaban de ellos y actitudes “poco profesionales” que minaron el campo y la paciencia fueron algunos de los motivos que, de acuerdo a lo que explicó un vocero de la dirigencia “santa”, los llevó a prescindir de los cinco.

Tras la derrota del domingo los principales dirigentes dialogaron con Frontini y con el manager Alexis Ferrero y luego les comunicaron la determinación a los representantes de los futbolistas. “Ya está. Es una decisión tomada; no hay vuelta atrás”, le confirmaron a LA GACETA.

El mercado de pases abrirá luego del fin de semana del 3 y 4 de junio (allí el “santo” podrá incorporar cuatro futbolistas) y hasta ese momento la CD deberá cumplir con sus obligaciones respecto a los jugadores separados (abonarles el sueldo y darles la posibilidad de que se entrenen en el club -apartados del plantel de Primera-); siempre y cuando ellos no consigan otra institución y decidan cortar antes el vínculo. “Es una decisión dirigencial y debemos aceptarla”, explicó Frontini, quien durante la práctica de ayer no contó con esos cinco futbolistas.

Olivera, Pardo, Pombo, Bravo y Quiroga habían llegado con la misión de entregar un salto de calidad y de transformarse en puntales de un equipo obligado a pelear el ascenso a la Liga Profesional. Pero ninguno pudo transformarse ni siquiera en titular indiscutido. “Cumplimos con todo y exigimos lo mismo. Ahora comienza una nueva etapa”, dijeron los dirigentes.

Por su parte, los futbolistas desplazados evitaron brindar declaraciones; antes pretenden resolver las situaciones particulares.

La decisión es tan fuerte como arriesgada. Planta un precedente de cara al futuro, pero también es cierto que el nuevo DT pierde piezas en un plantel en el que no abundan variantes y en el que los puntos bajos son muchos. Frontini tiene cinco jugadores menos y solicitó que aceleren los trámites para sumar cuanto antes algunos refuerzos. En La Ciudadela ya recibieron el OK para incorporar futbolistas en reemplazo de los lesionados Juan Imbert y Pío Bonacci, mientras se realizan gestiones para sumar uno más por la baja de Matías Kabalín. Esos son una prioridad; agregados a los cuatro que podrán contratarse desde junio.

Frontini ya entregó una lista en la que figuran los apuntados para reforzar el plantel. “Vamos a traer lo que esté dentro de las posibilidades. En lo posible, queremos un delantero; después iremos viendo qué otra alternativa se nos presenta”, agregó el entrenador.

La “era Frontini” comenzó algo convulsionada. Ganarle el domingo a Patronato resulta mucho más crucial que hace algunas horas atrás. Frontini debe apagar el incendio, acomodar la casa y esperar que el sol salga otra vez.

Patronato y Güemes en el horizonte

Yamil Possi será el árbitro el domingo desde las 21, en La Ciudadela, contra Patronato, por la fecha 15 de la Primera Nacional. En esta temporada el juez dirigió al “santo” contra Almagro (1-0). Por otro lado, teniendo en cuenta que el domingo 14 serán las elecciones a Gobernador, San Martín están tratando de adelantar (para sábado) o posponer (lunes) el juego partido con Güemes en Santiago del Estero.

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