San Martín de Tucumán, con tres puntos que dan oxígeno y optimismo

El equipo mostró otra actitud y supo aprovechar sus momentos para volver a festejar; ahora Frontini debe ajustar detalles para pelear arriba

San Martín de Tucumán, con tres puntos que dan oxígeno y optimismo

El primer partido de la era Pablo Frontini; la necesidad de volver a sumar de a tres ante su gente; la obligación de retornar a la zona de Reducido; y la misión de mejorar la imagen que había dejado en Mendoza. Eran muchos los motivos que tenía San Martín para ganar en la fresca noche de La Ciudadela. Y el equipo cumplió; aunque sea en parte.

El penal que Emanuel Dening cambió por gol cuando promediaba el primer tiempo le entregó a San Martín la imprescindible dosis de tranquilidad para seguir corrigiendo detalles. Es mucho lo que precisa afianzar si pretende ser protagonista en una zona A en la que, hasta acá, a ningún equipo le calza perfecto el traje de candidato.

El “santo” demostró algunas cosas interesantes en el inicio del nuevo proceso. Tuvo un cambio radical respecto a esa actitud apática que había exhibido en el parque San Martín de Mendoza hace una semana. Fue solidario a la hora de recuperar la pelota e imprimió mucha intensidad, algo que había solicitado el nuevo entrenador desde su llegada.

Así, antes de ponerse 1-0 había contado con un par de aproximaciones que no se habían podido transformar en situaciones netas de gol, producto de la falta de eficacia y de precisión a la hora de dar el pase final.

Claro que Frontini deberá trabajar en algunos aspectos que el equipo aún no logra corregir. Por ejemplo, con el resultado a su favor, San Martín no consiguió capitalizar los espacios que iba dejando un Patronato adelantado en el campo con el objetivo de buscar el empate.

Si bien el “santo” casi no sufrió durante el primer tiempo, excepto algunas jugadas de pelota parada, sí lo hizo (y demasiado) durante el complemento. El ingreso de Juan Cruz Esquivel y de Mateo Levato le permitió al “patrón” aportar más presencia de mitad de cancha hacia adelante. Así, comenzó a llevar peligro sobre los metros finales.

Alternativas

El anfitrión casi nunca pudo mantener la posesión de la pelota. Gervasio Núñez y Leonel Bucca no estuvieron precisos en ese aspecto y para colmo el equipo no estuvo del todo sólido para aguantar los embates de la visita. Pero logró neutralizar el ímpetu entrerriano a base de actitud y de compromiso.

Otra de las virtudes que tuvieron los dirigidos por Frontini en este juego fue la inteligencia para manejar los contragolpes, pese a que faltó algo de precisión. Dening falló una situación clarísima casi debajo del arco, y cuando parecía que el duelo podía complicarse por esa falla, Iván Molinas manejó un contraataque a la perfección. Primero aceleró, luego aguantó el momento justo y le puso un pase perfecto a Agustín Colazo, quien definió cruzado y sentenció el duelo.

El ex Belgrano lo gritó con toda la furia y el festejo de todo el banco de suplentes dejó en claro lo que significan los tres puntos para San Martín.

En el primer examen del nuevo entrenador su equipo mostró algunas cosas para destacar; ahora debe seguir sumando para confirmar que está en condiciones de pelear por cosas importantes.

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