La biografía de Luigi Pirandello encuentra a su autor

Reconstrucción de la vida del padre del teatro moderno.

PROPÓSITO. Andrea Camilleri dice que su relato no está destinado a los académicos ni a los historiadores, “sino al lector más que común”.  Reuters. PROPÓSITO. Andrea Camilleri dice que su relato no está destinado a los académicos ni a los historiadores, “sino al lector más que común”. Reuters.
14 Mayo 2023

PERFIL

BIOGRAFÍA DEL HIJO CAMBIADO

ANDREA CAMILLERI

(Gadir - Barcelona)

Andrea Camilleri (Puerto Empédocles 1925- Roma 2019) tiene tanta fama como el célebre personaje de sus novelas policiales, el comisario Salvo Montalbano; pero también por su trayectoria en la dirección teatral, por su narrativa breve, sus guiones, por la conducción de programas radiales y televisivos. Con este libro incursiona en la biografía novelada de un siciliano ilustre y un genial dramaturgo, lo que significa que un destacado siciliano, estudioso de Pirandello nos hable de otro dramaturgo, padre del teatro moderno.

Camilleri inicia su biografía novelada situando geográficamente a Puerto Empédocles que Pirandello llama Nisia: la línea fronteriza entre los dos municipios Puerto Empédocles y Agrigento fue establecida a la altura del estuario de un río seco que dividía en dos un poblado llamado “u Càvusu” o “u Càusu”, que en dialecto siciliano significa “pantalones”. Un buen día -dice Andrea Camilleri- a algún empleado del registro civil le ha parecido que no era cosa de escribir que un hijo de este poblado había nacido en un par de pantalones y cambió el vulgar “Càusu” por “Caos”. Luigi, en efecto, le dirá a un amigo por carta: “Yo por lo tanto soy hijo del Caos”.

O diablo o cura

El narrador presenta el contexto en el que se desarrollará la vida de la señora Caterina Ricci Gramito, casada con Stefano Pirandello, comerciante en azufres, los padres de Lina y de un varoncito sietemesino que llamaron Luigino. “Hijo sietemesino, o diablo o cura” dice la sabiduría popular siciliana. Cuando Luigino era aún lactante, su padre es atacado por un bandido: “es llevado en brazos por los amigos y dejando tras de sí un largo reguero de sangre, a la señora Caterina le da un soponcio. Y se le agria la leche”. Luigino advierte ya de niño esta causa-efecto: “Cada vez que el padre le da un susto a la madre le sucede una desgracia también a él”.

Entre los cuentos empedoclianos, dice Camilleri, hay dos fundamentales para entender al hombre Pirandello. “Lejano”, que plantea lo que Pirandello llamaba “su involuntaria estancia en la tierra”, y “El hijo cambiado”. La tradición dice que las brujas “i donni” pueden cambiar el hijo a una madre. La versión mediterránea de este relato popular es la de una pobre madre incapaz de resignarse al nacimiento de un ser deforme. La mujer reacciona aferrándose a la convicción de que su verdadero hijo, hermoso y rubio, ha sido raptado por “le donne” (las brujas) dejando en su lugar un niño feo, lisiado y a menudo sin habla. El relato del hijo cambiado que le hace la criada de la casa supone para Luigi una revelación. No solo ha nacido en el sitio equivocado sino en la familia equivocada: “Sí, seguramente ha sucedido así, porque él se siente que es de otra familia, de otra raza”.

El relato de Camilleri continúa con la escuela y la adolescencia de Luigi hasta que “Por fin el hijo cambiado ha conseguido poner distancia, incluso quilométrica, entre él y la familia donde ha ido a nacer por error”. La narración dinámica y amena nos acerca a las amistades en Roma y en Bonn, al primer amor, la vida universitaria y la defensa de su tesis escrita en alemán: Sonido y desarrollo de los sonidos en el habla de Agrigento.

La única verdad

El matrimonio de Luigi con Antonietta Portolano no es feliz. Está de por medio la enfermedad mental de la joven esposa que afecta a toda la familia. Su novela El difunto Matías Pascal, que al decir de Gardait, es “sin lugar a dudas la summa, tanto temática como estructural, de las figuras del doble que la obra narrativa de Pirandello pone en juego”. Con Seis personajes en busca de autor, quintaesencia del drama moderno, llega a la conclusión de que los personajes son la única verdad. Su vida está llena de antítesis, obras maestras como La fábula del hijo cambiado, sufren el sabotaje político del fascismo y de Mussolini. Cuando regresa de Estocolmo luego de recibir el premio Nobel no hay ninguna jerarquía en la estación para recibirlo

Amaba a sus hijos Stefano, Fausto y Lietta, la hija que se va a vivir a Chile después del matrimonio. Los encuentros y desencuentros familiares son dolorosos. Su hijo Fausto escribe algo que podría haber escrito él: “Debo pedir excusas a mis hijos por haberles confundido conmigo mismo. Les he tratado como me trataba a mí mismo: y ahora sé -lo he comprendido tarde- que siempre me he tratado mal”.

Último acto

Stefano, el primogénito, relata que las últimas noches de su vida, Luigi las pasó muy agitado. Después de una de ellas, por la mañana, expresó que ya tenía resuelto el último acto de Los gigantes. Pirandello se había representado mentalmente un gran árbol en medio del escenario, un olivo sarraceno, símbolo de un lugar y de la Memoria.

Cuando Luigi era jovencito, su padre había llevado a casa un jarrón griego que un campesino había encontrado intacto excavando en la campiña agrigentina. Dentro de aquel jarrón serán depositadas un día las cenizas de Luigi.

En la Nota del autor, al final del libro, dice Camilleri: “El relato no está destinado ni a los académicos, ni a los historiadores, ni a los estudiosos de Pirandello, que ya conocen estas cosas de sobra, sino al lector más que común”. Lo cierto es que recorremos este relato con gran deleite y disfrutamos también de todos aquellos fragmentos de la obra pirandelliana sabiamente seleccionados para ilustrar lo dicho.

Excelente traducción de Julio Carrobles.

© LA GACETA

ELEVA V. ACEVEDO.

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