Teatro tucumano: un varieté para reírse de las situaciones cotidianas

La Teoría del Gran Já! presenta “Perdón! Pero tengo las bolas llenas”, un tributo al café concert

COMEDIANTES, BAILARINES Y CANTANTES. Tannuré Godward, Villarrubia, Vera y Elías, en el cierre conjunto de “Perdón! Pero tengo las bolas llenas”. COMEDIANTES, BAILARINES Y CANTANTES. Tannuré Godward, Villarrubia, Vera y Elías, en el cierre conjunto de “Perdón! Pero tengo las bolas llenas”.

El varieté es una forma teatral en la que se presentan cuadros (vinculados o independientes entre sí), que responde a un modo de producción artística y espectacular de cuadros separados, con monólogos, duetos, baile, canto, imitaciones, sketchs y otras expresiones que ponen en escena las ideas, los mensajes o las imágenes de cada número.

La Teoría del Gran Já! viene desarrollando este género en la provincia, y esta noche presenta “Perdón! Pero tengo las bolas llenas” en el teatro municipal Rosita Ávila (Las Piedras 1.550), a las 21.30, con las actuaciones de Pablo Vera, Manuel Villarrubia, Alejandro Elías y Benjamín Tannuré Godward. Por el momento, es la última función programada.

“Hay cuadros que fueron pensados en relación al título y otros en el que se presentan otros temas, porque queremos ofrecerle al público una experiencia estética lo más completa posible -adelanta Vera a LA GACETA, quien coordina la propuesta-. A quien le guste la danza, disfrutará de dos cuadros realizados por Alejandro. Las imitaciones están presentes de la mano de Manuel que, en esta oportunidad, presenta a una flamante Teté Coustarot. Benjamín ofrece su homenaje a la gran Nacha Guevara. Hay canciones en vivo, momentos de interacción con el público, mucho humor sobre nuestra realidad y la política y un cierre entre los cuatro a todo cabaret”.

El actor reivindica el trabajo previo realizado por el grupo para minimizar el margen de error en una oferta artística que es muy dinámica. “Lo que guía nuestra performance en el escenario es tomar cualquier imprevisto y utilizarlo a nuestro favor y que de sopetón se haga parte del espectáculo. Podemos hacer esto a raíz de nuestro entrenamiento en este tipo de género. Hay muchas situaciones que no se pueden preveer, pero hay algunas que de tanta recurrencia, ya se pueden prevenir. Y extrapolamos situaciones domésticas a un terreno de la macroestrucrura en el plano político en clave de humor”, señala.

El título, precisamente, surgió de un exabrupto televisado en vivo de la actriz Luisa Albinoni, hace más de una década, porque su sobrino fue víctima de un robo.

Crisis y cambio

Precisamente, hacer humor en tiempos de alta conflictividad como los que se viven es un atractivo desafío, reconoce Elías. “Justamente la crisis es una invitación a un cambio necesario, a expandir la mirada ampliando panorama, a revisar adentro y, de ese diálogo con unx mismx, encontrar esa forma empoderada de cocreacion de una realidad menos chata y aplastante. Ahí surge el arte: es nuestra forma de regurgitar la realidad, de compartir ese florecimiento interno llegando quizás a inspirar a quienes se identifiquen con esa mirada o al menos a reflexionar sobre la suya”, asevera.

“El humor es una forma elevada de inteligencia, hay gustos para todo tipo de humor, el intelectual y sobre todo el emocional, ese que es capaz de transformar estados vibracionales sótano y elevarlos a la terraza”, agrega.

Tradición nacional

El teatro argentino tiene una larga trayectoria en el varieté, con el cual se identificó el café concert nacional décadas atrás. De hecho, este espectáculo se presenta como un homenaje a los grandes artistas que protagonizaron el género.

“Este tipo de espectáculos lleva una tradición en el circuito artístico desde hace años, va y viene y mientras existan las temporadas y las salas, los tiempos de recreación y esparcimiento y los artistas que trabajamos de esto, tendrá vigencia... y es también nuestro trabajo al final de cuentas, porque tenemos que trabajar. Y termina siendo un tributo ya que se inspira, sitúa, establece y relaciona, se distancia y acerca a aquellas atmósferas decadendentes de los bajos fondos donde se presentaban los artistas”, afirma Villarrubia. Y entre los recordados enumera a Antonio Gasalla, Carlos Perciavalle y Edda Díaz.

“El.espectáculo habla de la actualidad, o mejor dicho de la realidad pero no la de los noticieros sino la de los vínculos la de la gente que busca reírse, y nosotros como artistas nos nutrimos de ese vínculo mágico por unos 90 minutos. La relación de nuestra propuesta con la realidad es notable; sin embargo la significa y la resignifica”, anuncia.

Mentiras y sonrisas

“A nosotros nos llena las bolas la situación de hastío que se vive ante tantas diferencias sociales y tantas mentiras de todos lados -enuncia Tannuré-; o sea te dicen que hacen una cosa, que hacen la otra, que esto está bien, que esto también está bien y resulta que está todo mal. A veces parece que a uno lo tomarán de tonto sin ninguna distinción de color político, sino que es desde todos lados”.

“También nos llena un poco las bolas la injusticia, la desigualdad, el clima que se vive diariamente, la poca preocupación que existe por el otro, de que siempre sea primero uno y después el resto. Y todo rodeando de este clima electoral que nos tapa de papelería y de afiches de caras sonrientes que vemos por todos lados. Lo único que se presenta en común es que todos buscan continuar en el poder y no ser servidores de los ciudadanos”, concluye.

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