Bard: en qué se diferencia de ChatGPT la nueva inteligencia artificial de Google

Hace pocos días Google presentó su herramienta de chat interactivo.

ChatGPT tiene un competidor de peso a su lado. Hace pocos días Google presentó su herramienta de chat interactivo, basada en inteligencia artificial, al que denominó Bard. Con este nuevo producto pretende dar batalla no solo en este campo de la tecnología en auge sino también no perder terreno en la industria de los buscadores en el corto o mediano plazo. Allí Google es el actor principal con el 85% de participación en el mercado, pero las últimas incursiones de Microsoft en Bing obligaron a la compañía fundada por Larry Page y Sergey Brin a acelerar sus desarrollos para fortalecer sus productos.

Las prestaciones de Bard por ahora están un poco limitadas ya que está disponible en 180 países y responde solicitudes solamente en inglés, japonés y coreano. Los directivos de Google anunciaron en su conferencia anual I/O 2023 que el alcance de su chat se irá incrementando en los próximos días, pero por ahora, para interactuar con él solo podemos hacerlo si sabemos otro idioma. También podemos recurrir a Google Translate para ingresar nuestras órdenes o preguntas. El resultado de esta traducción no es para nada descartable, sin embargo, ChatGPT funciona muy bien en español, así también francés, árabe, mandarín, italiano, japonés y coreano, entre otros idiomas. Además, el tiempo que tiene vigente dicha aplicación, le ha permitido entrenarse mejor con idiomas más variados y que no suelen estar tan presentes en los modelos de inteligencia artificial. Es decir, Chat GPT es capaz de reconocer algunos modismos y palabras que no tienen traducción al inglés.

A pesar de estas limitaciones, la herramienta de Google desembarca con una ventaja muy competitiva, ya que sus datos están conectados con internet en tiempo real. Quiere decir que ante cualquier pregunta de actualidad, el robot nos ofrecerá una respuesta vigente, ya que para dicha tarea consulta su motor de búsqueda, el mejor de la historia hasta ahora. Por ejemplo, si le preguntamos si alguna vez las elecciones provinciales de Tucumán se vieron suspendidas, la respuesta nos precisará todo lo acontecido en los últimos días con detalles muy precisos. Esto no ocurre con ChatGPT, ya que sus datos solamente están actualizados hasta mediados de 2021 y por eso, por ahora no sabe tampoco que Argentina ganó el último Mundial.

Sin embargo, estar conectado a internet no asegura una mejor respuesta. Aquí la experiencia juega un papel determinante. En primer lugar, como ya señalamos, ChatGPT ya lleva meses de ventaja y de aprendizaje con señales que los propios usuarios le fueron dando para mejorar sus respuestas. Además, dicho producto fue generado por una compañía (OpenAI) que fue creada específicamente para desarrollos con inteligencia artificial. Pero además hay otra diferencia importante a la hora de elegir entre estos dos productos: ChatGPT está pensado, desde sus inicios como un chat conversacional. Es decir, en su esencia tiene la tarea de dialogar con un usuario, a partir de preguntas e instrucciones, de manera sencilla. También puede producir respuestas desde un determinado perfil, por ejemplo, académico, periodístico, o también popular. Bard, por ahora, aparece como un asistente que se integra a sus productos ya conocidos por los usuarios. Es decir, complementa las funciones de búsqueda y también todas aquellas integradas en su paquete Workspace, para la elaboración de documentos de texto, hojas de cálculo y presentaciones. En todos estos entornos, Bard puede dar contexto, análisis y generar más contenido a partir de las instrucciones enviadas.

El lanzamiento de Bard no pasó de manera inadvertida por OpenAI y hace pocas horas acaban de anunciar que ChatGPT tendrá conexión a internet en su versión paga. Es decir que quienes pagan 20 dólares mensuales ya tendrán la posibilidad de contar con respuestas actualizadas.

Los dos productos pueden utilizarse en versiones gratuitas. Sin embargo, OpenAI está demostrando que puede consolidar un modelo de negocio basado en el corazón de su empresa y ChatGPT le sirve como vidriera al mundo. Google también ofrece negocios basados en inteligencia artificial, quizás mucho más potentes que los de OpenAI, por eso, es evidente que esta batalla ya está desatada. En el medio de los embates estaremos nosotros, los usuarios, esperando que dichas herramientas sean de verdad significativas y sobre todo seguras. Pero ese ya es otro debate, no menor para discutir cuanto antes.

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