Jaldo-Alfaro: la política los separa, las coincidencias los unen

El vínculo entre ambos dirigentes tucumanos generó desvelos en más de uno dentro del oficialismo y de la oposición durante la última década.

El vínculo entre ambos dirigentes tucumanos generó desvelos en más de uno dentro del oficialismo y de la oposición durante la última década. Es que, dicen en los entornos de ambos, habrían estado muy cerca de hacer yunta y esa posibilidad fue usada como una estrategia en distintos contextos para generar zozobra entre propios y ajenos. La última andanada de versiones había sido no hace mucho, durante la interna justicialista del 2021. En varios sectores del oficialismo y de la oposición se veía como posible una alianza entre el vicegobernador y el intendente. El comienzo del quiebre de la buena relación personal y política data del período 2020-2021 y la estocada fue el año pasado, cuando las circunstancias encontraron a uno gobernando la Provincia y al otro, la principal ciudad. En los comienzos de la puja justicialista, Manzur se había acercado a Alfaro y marginado a Jaldo. Al tranqueño no le habría caído bien el coqueto político y allí había comenzado a resquebrajarse todo. El punto final fue a partir de los entredichos públicos por el sistema de estacionamiento medido. En el alfarismo acusaron a la Casa de Gobierno de promover la presentación judicial que suspendió la vigencia del sistema. Jaldo puso en duda públicamente el destino de la recaudación y reclamó al intendente que muestre el contrato con la firma que lo explotaría. Alfaro reaccionó con vehemencia y puso en duda el supuesto crecimiento del patrimonio de Jaldo y no le tembló la voz para tildarlo de “atorrante”.

Desde entonces, la distancia nunca fue mayor que por estos días.

En esta última etapa de la campaña bifásica (una etapa antes y otra después de la postergación), Jaldo y Alfaro cruzaron personalmente dardos sutiles, no directos. Lo hicieron mediante críticas de otras voces y también con acciones y omisiones. La mayor cantidad de cuestionamientos del oficialismo a la oposición, de hecho, tuvo como centro a la figura del titular del PJS. Antes los irritaba y ahora, los enfurece.

El hecho de que Jaldo y Alfaro no hayan estrechado las manos para darse la paz en el Tedéum de este 25 de Mayo fue sólo una manifestación de ello. Sabían que las cámaras y las miradas estarían sobre ellos y, como hombres de experiencia, que lo que hicieran o no sería noticia. A modo de ejemplo, otros de los episodios fueron las denuncias cruzadas por presuntos contratos con fines electorales; el entuerto por las obras del edificio del Registro Civil y Alfaro diciendo ante la prensa que no conoce a su par Darío Monteros, uno de los máximos referentes jaldistas. A esto se suma que en la Legislatura cayó pésimo el acto que JxC hizo cerca de la Cámara en el que sus referentes se comprometieron a transparentar y achicar gastos estatales de llegar al poder. Sánchez y Alfaro cuestionaron allí el Presupuesto del Legislativo, conducido por Jaldo. Puertas adentro del edificio, los oficialistas consignaron que varios de los dirigentes cambiemistas presentes, incluídos Sánchez y Alfaro, fueron legisladores y cobraron los llamados “gastos sociales”. Parlamentarios oficialistas les enrostraron no haber presentado propuestas para reducir gastos durante sus pasos por el cuerpo.

Ahora podría venir un nuevo capítulo, esta vez por los trabajos de remodelación del Correo, a cargo del Ente provincial de Infraestructura Comunitaria. En el organismo está llamando la atención la demora en los permisos municipales para montar los andamios y poder comenzar las tareas en la fachada. La idea era inaugurar el 9 de Julio. En el Municipio, en tanto, se desentendieron de esa situación y descartaron de plano estar dilatando los tiempos con fines políticos. Fuentes de la Intendencia mencionaron que los problemas que tendría la Provincia, en este caso y el del Registro Civil, no tendría que ver con los procesos de la administración capitalina, sino con que no estaría llegando dinero de la Nación para avanzar, dijeron.

Separados pero juntos

Pese a las diferencias, los vaivenes del escenario generaron que Jaldo y Alfaro estén plantados en situaciones similares dentro de sus respectivos espacios: son los líderes políticos del Frente de Todos (FdT) y de Juntos por el Cambio (JxC), respectivamente. Aunque las heridas por las internas en los armados hagan que algunos renieguen de estos estatus, la mayoría se los reconoce off the record. Ambos, además, alcanzaron esos lugares tras haber sufrido algún revés. En el caso del vicegobernador, llegó a la cabeza del FdT en dos etapas que comenzaron sombrías y que se tornaron buenas después. Primero perdió la interna contra en los comicios nacionales de 2021; inmediatamente la ascensión de su entonces rival a la Jefatura de Gabinete lo obligó a acordar la paz y ejerció durante más de 500 días la gobernación. Logró el objetivo que había perseguido con ahínco: ser el candidato para la sucesión. Después, este mes, perdió a su compañero de fórmula como derivación de la decisión de la Corte nacional y terminó emergiendo como el máximo referente del oficialismo. Manzur quedó como jefe de campaña y sus planes son una incógnita. Si bien los que lo conocen dicen que nunca hay que subestimarlo, en el PJ olfatean que lo que podría venir es el jaldismo en el poder y por ello, entienden, la alineación del grueso de la dirigencia del espacio sería sólo cuestión de tiempo.

En cuanto al intendente capitalino, resignó su postulación a la gobernación, que quedó en manos del radical Roberto Sánchez. Eligió ir por la vice, en pos de pelear para retener el Municipio. Alfaro guardó una carta: en soledad recurrió a la Justicia para discutir la fecha de la elección y la postulación de Manzur a la vicegobernación. El máximo tribunal suspendió las elecciones. Alfaro fue noticia nacional y hasta los radicales que más lo rechazaron en otro momento le reconocieron la pericia y el resultado. Reconocen que el olfato impulsó a Alfaro a no dar por perdida la posibilidad hasta último momento. La oposición, envalentonada, cree que podrá capitalizar la situación y tener mejores resultados que los que esperaban.

¿Cómo seguirá la relación? Los resultados de los comicios serán determinantes para ver dónde dejan parado a uno y a otro dentro de sus frentes y en relación a los de la vereda del frente. Una idea que se desprende de los entornos de ambos es que, más allá de lo que suceda, no habría forma de recomponer la relación política. O al menos, no por ahora.

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