A veces es necesario pasar “Un invierno fuera de casa”

En su tercer libro Manuel Martínez Novillo revela sus experiencias, siempre con forma de poemas y con un estilo que siente frontal.

REENCUENTRO CON LA LITERATURA. Así describe Martínez Novillo la experiencia que transitó con este libro.  REENCUENTRO CON LA LITERATURA. Así describe Martínez Novillo la experiencia que transitó con este libro.

Los 22 poemas que componen “Un invierno fuera de casa” pueden leerse de distintas maneras. Mientras los describe, Manuel Martínez Novillo habla de ellos en clave de búsqueda. Esas piezas que fluyen entre lo lírico, lo narrativo y lo ensayístico, hilvanadas a lo largo de años y servidas con forma de libro, tienen para Martínez Novillo el valor de lo importante. Será porque no concibe a su poesía como un conjunto de metáforas inspiradas; más bien le pide al lector un esfuerzo: que sienta y crea que esas palabras son, ante todo, verdaderas. Esto más allá del carácter autobiográfico que se adivina en cada página y del invierno que le tocó atravesar en la lejanía neoyorquina, con tormenta de nieve incluida. Fuera de casa, por si hacía falta subrayarlo.

Explica Martínez Novillo que el libro constituye un reencuentro con la literatura tras ese viaje a Estados Unidos, un compromiso académico que le cargó la mochila de enseñanzas. Por ejemplo, de lo solitaria que puede llegar a ser la vida en Nueva York, aunque hayan sido una beca Fulbright y una maestría en la Universidad de NY las que lo hayan llevado allá.

Los poemas retratan distintas etapas que atravesó durante varios años, una tercera parada luego del tempranísimo debut que fue “Las vidas del amanecer”, escrito en plena adolescencia, y de “Cómo llegar a donde estás”, tan propio de los veintipico. “Un invierno fuera de casa” expone a un Martínez Novillo en la mitad de los 30. “Creo que en el libro se intensifica una preocupación acerca de una entrada tardía a la edad adulta”, confiesa.

“Un invierno fuera de casa” es, también, un encuentro feliz, el de un autor y un editor. Martínez Novillo sólo tiene elogios para Nacho Jurao y el trabajo de Gerania, en cuya colección Alucinaje se publica el libro. “Nacho participó mucho, acompañando el proceso con seriedad y profesionalismo -sostiene-. En los últimos tiempos me dediqué a relacionarme con el ámbito literario y encontré en Tucumán mucha vocación de crear buena literatura. La responsabilidad que tiene la gente de la edición lo demuestra”. En este caso hasta el título del libro surgió de Gerania. “Yo tenía títulos más crípticos y extraños”, revela (risas).

“La historia de mi vida se organiza en partes/las partes son los años de esas chicas que amé...”, escribe Martínez Novillo en “El amor”. Es uno de los temas que propone “Un invierno fuera de casa”. “Son reflexiones sobre la vida romántica, las parejas, las dificultades que surgen en una relación, los obstáculos que le aparecen al enamoramiento”, apunta.

Tan autobiográfico como ese capítulo es “Mi padre”, suerte de pequeña crónica que describe un instante, un contacto muy particular entre el escritor y su papá -también poeta- y en el que un libro, como no, sirve de silencioso nexo que todo lo compone. “El poema habla de la posibilidad de tener una vida en familia -dice Martínez Novillo- y de ser capaz de mostrar una muy buena cara de alguien. Pienso que es fácil exhibir las cosas feas, más difícil es salirse de ese lugar”.

Los poemas de “Un invierno fuera de casa” están surcados por toda clase de referencias, algunas muy cultas -de Shakesperare a W.H.Auden-, otras de citas sobre citas -Borges tomando prestado a Paul Verlaine- y algunas de la cultura popular -desde un popular podcast al animé “Evangelion”-. Y hay más, todas prolijamente consignadas por Martínez Novillo en unas notas que son, a fin de cuentas, un ejercicio de honestidad intelectual. “Es una parte de todo lo que leí -apunta-. En el proceso de escritura hay un momento en el que me siento trabado, entonces voy a la página de otro libro, o de muchos libros, y eso me ayuda a destrabarlo”.

Martínez Novillo vuelve una y otra vez sobre los mismos conceptos: el de escribir como un acto de comunicación en el que ser claro y frontal lo representa todo. “Sin simulaciones, despojándome de afectaciones -enfatiza-. Siento que por un lado no tengo ideas estéticas, filosóficamente hablando, o me digo que no las tengo. Pero sentarse a escribir un texto que puede comunicar también es una posición estética”. Todo se comprende mucho mejor dejándose guiar por “Un invierno fuera de casa”.

A veces es necesario pasar “Un invierno fuera de casa”

Presentación: el viernes en la facultad de derecho

Manuel Martínez Novillo presentará “Un invierno fuera de casa” el viernes a las 20, en el aula Belgrano de la Facultad de Derecho de la UNT (25 de Mayo 471). Lo acompañarán en el marco de una charla Nacho Jurao (editor del libro, del sello Gerania), y los escritores Ricardo Gandolfo y Diego Puig.

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