El último Perrone y un San Miguel de Tucumán profundo

Una historia que deja un sabor dulce, inteligente y mordaz.

CRUDO REALISMO. Diego Armando Díaz indaga en los procaces bajos fondos y en la prosaica belleza de una ciudad mítica y profunda. CRUDO REALISMO. Diego Armando Díaz indaga en los procaces bajos fondos y en la prosaica belleza de una ciudad mítica y profunda.
25 Junio 2023

Diego Armando Diaz

NOVELA

LA SECTA DE PERRONE

DIEGO ARMANDO DÍAZ  

(Libros Tucumán Ediciones - Tucumán)

Transcurren los últimos años del Siglo XX y los primeros del XXI en el sórdido San Miguel de Tucumán. Un joven de Aguilares, estudiante de la facultad de Filosofía y Letras de la UNT, reside en una humilde pensión, que está cerca del Hotel Crillon, y también cerca del vagón de tren donde pernocta el mítico escritor tucumano Eduardo ‘Buby’ Perrone. Fernando Cáceres es simple, amigable, curioso. Conoce a una prostituta que trabaja en el hotel, ella es amiga de Perrone, y acerca al estudiante a conocer al otrora famoso escritor, ahora devenido en una sombra linyera pero no melancólica, de su efímera fama durante los años setentas. En la Facultad de Letras, Fernando -que viene del interior de la provincia- va descubriendo las penurias y gratitudes que representan los primeros años de estudio. Forja amistad con otros jóvenes entusiastas de las letras. Proyectan la publicación de una revista literaria; los inconvenientes monetarios y organizativos entorpecen el proyecto, pero no totalmente.

Ese círculo de novatos escritores aboga por conocer al peculiar Perrone, autor de Preso común (1973), Visita, francesa y completo (1975), que no es ciruja ni croto, sino un escritor linyera. Perrone domina el noble arte del diálogo, siempre perfumado de vino y cigarrillos, generosamente proporcionados por sus curiosos interlocutores.

Perrone vive entre sus recuerdos del éxito editorial en Buenos Aires, su amistad con escritores de la talla de Osvaldo Soriano, de la prohibición de su obra por la Junta Militar de 1976,  y su vuelta a la vida en la indigencia en Tucumán.  Este Perrone literario (como si fuera un doppelgänger de aquel accidentado Morelli de Rayuela) muere en 2009, a unos pasos del vagón de tren abandonado donde vivía junto a sus perros, nadie reclama sus restos, no hay velorio ni funeral. Y quizás por esa deuda impaga de la sociedad para con la memoria del escritor linyera, Fernando Cáceres y sus amigos conjurarán la Secta de Perrone.

Con una prosa simple, ágil, y un crudo realismo, Diego Armando Díaz indaga en los procaces bajos fondos de la Ciudad, en el silencioso sacrificio que comporta que un joven de bajos recursos forje su propio destino (a contramano de una tradición familiar lejanas a los títulos académicos) en una carrera de grado universitario, en el amor siempre lejano, siempre posible, y en la prosaica belleza de un San Miguel de Tucumán mítico y profundo. Precisas y minuciosas dosis de fino humor operan como bisagras entre los breves capítulos del libro; así, La Secta de Perrone no resulta una obra plañidera en modo alguno, sino un amable texto que deja un sabor dulce, inteligente y mordaz, que es el sabor de la auténtica literatura.

Diego Armando Díaz nació en Aguilares en 1980, es profesor de Letras por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, es autor también de Don Ariste Núñez, el historiador de Aguilares, publicado en 2021.

Temas Tucumán
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios