Uso de la tecnología: a conciliar el aprendizaje con pantallas en las aulas

La noticia sobre la cancelación del plan de educación digital en Suecia generó un revuelo en el ámbito educativo. Algunos calificaron a la acción de un “apagón digital” que ponía en relieve la importancia de “volver a los libros” por sobre la inversión en pantallas.

Sin embargo, la noticia no era cierta: Suecia no prohibiría el uso de pantallas en las aulas sino que decidieron revisar su Plan de Digitalización para mejorar la comprensión lectora de los estudiantes. Una vez más, el mensaje se relaciona con un debate necesario que en la educación nacional debería darse.

Héctor Ruiz Martín, director de la International Science Teaching Foundation, explicó que la intención de Lotta Edholm, ministra de Educación de Suecia, no es abandonar el Plan de Digitalización aprobado el año pasado, sino que ha pedido que diferentes expertos lo estudien y analicen para que, en función de las conclusiones que extraigan, se apliquen los cambios que consideren oportunos. Además, se ha sabido que los estudiantes suecos repetirán las pruebas: no las realizarán en formato digital como ya ocurriera en PIRLS 2021 (era la primera vez que todas se hacían en este formato), sino en papel, según publicó el sitio especializado educaciontrespuntocero.com.

La batalla entre viejas y nuevas formas parecería seguir en pie, aunque los especialistas en educación ya formaron una postura y buscan que ésta se lleve adelante. “Sin caer en ambos extremos hay que buscar una postura conciliadora donde el aprendizaje del uso de las pantallas se vuelva simplemente un contenido procedimental que permita asimilar conceptos y ensayar actitudes entre el grupo de pares, esto es: trabajo colaborativo, investigaciones grupales sobre ciertos temas, aprender fórmulas matemáticas, buscar información”, dijo Mariana Dato, profesora en Ciencias de la Educación (UNT) a LA GACETA.

“Creo que nuestro sistema educativo ha quedado caduco en muchas cosas, especialmente las que tienen que ver con contenidos de tecnología y didácticas que es donde incorporaría a las pantallas”, expresó la psicopedagoga Natalia Jiménez Terán. “Hoy sabemos que los chicos están muy motivados en el uso y conocen estas tecnologías. Esto no quiere decir que se deje de lado el papel, la lapicera, leer y escribir porque esa es la base”.

Según la especialista en aprendizaje, la pandemia obligó a acelerar el uso de tecnologías y pantallas en el aula. “Si bien teníamos la información de cómo hacerlo, debimos ponerla en práctica. Era algo que estaba ahí pero nunca se había utilizado. Hoy sabemos que es una herramienta absolutamente valiosa en educación y creo que, lo que tendría que haber sucedido es esto: seguir buscando la manera de incorporarla al sistema educativo”.

La destreza motriz que brindan lápiz, papel, uso de tijera y otros elementos, son fundamentales y ambas profesionales lo destacan. “Todo eso se va trabajando desde el nivel inicial con la motricidad gruesa, fina. Son actividades que contribuyen a la formación del individuo y que le darán muchos aprendizajes. El problema que se observa principalmente tiene que ver con la comprensión lectora que enciende las alarmas. Esto se relaciona con lo que sucede en Suecia en donde se decidió revisar el plan de digitalización luego de observar las mismas dificultades”, acotó.

“Los chicos hoy reciben muchísima información que cada vez entienden menos porque es menos lo que se lee. Por eso las pantallas podrían ayudar a reflexionar sobre diversos temas y generar discusiones en el aula, es decir, que abran a un debate. Una computadora para un niño, ya es motivacional, por eso debemos pensar cómo incorporarla a las actividades en el aula para brindar nuevos niveles de comprensión y de razonamiento”.

Cuando hablamos de pantallas, hablamos de plataformas educativas, juegos de aprendizaje. No simplemente los videos que se usaron en pandemia para comunicarse. “El desafío es actualizar el sistema educativo, hacer movimientos y poder incorporar todo esto a la educación formal. Hay que mirar cuáles son las necesidades de aprendizaje que tienen hoy los niños y qué capta su atención. Uno de los pilares fundamentales del aprendizaje es la atención, la motivación. Si yo no tengo una didáctica motivante o el contenido está caduco, no interesa, debo pensar qué estoy haciendo”, dijo la psicopedagoga Jiménez Terán y advirtió que algo similar sucedió con las emociones: “antes no se hablaba de la inteligencia emocional o las emociones es conocerlo pero hoy es un tema importante en los colegios y se fue sumando a la información curricular que se brinda”.

Lo que viene

“Lo que no está regulado y que nuestros alumnos y alumnas ya usan es la Inteligencia Artificial. Debemos aprender a usarla. Es el mundo que viene y la escuela no puede dar la espalda pero tampoco puede dejar que un niño abandone el lápiz y el papel y la lectura comprensiva de un cuento fuera de la web, pues hacen a su desarrollo psicomotriz, a su coordinación visomotora. Leer un libro de ficción tiene por objeto estimular la imaginación y ser un punto de partida para pensar otras realidades posibles” dijo Dato, y amplió: “Permite pensarse a sí mismo, al lugar que ocupa en la vida de los demás, los límites, los gustos. Es claro que la igualdad de oportunidades en el acceso a recursos debe estar en la base de toda política educativa. Quizás para ello haya que empezar a reforzar la alfabetización básica”, sintetizó.