Piden perpetua para una pareja acusada de matar a su hija

La joven de 23 años fue asesinada a golpes y su cuerpo arrojado a la vera de una ruta en 2015

DETENIDOS. Jorge Moyano baja del auto en el que lo trasladaron desde Famaillá hasta su lugar de detención. DETENIDOS. Jorge Moyano baja del auto en el que lo trasladaron desde Famaillá hasta su lugar de detención. ARCHIVO LA GACETA
29 Junio 2023

“Nosotros no tenemos la culpa de lo que le pasó. Ella hace 8 años que desapareció, no sabemos qué pasó”, dijo Luisa Gregoria Trejo, madre y una de las acusadas del crimen de Cinthia Johana Moyano Trejo, asesinada en marzo de 2015. En la audiencia de alegatos, realizada ayer, la fiscalía acusó a Trejo y a su esposo Jorge Alberto Moyano de ser los coautores del homicidio de su hija y solicitó que sean condenados a prisión perpetua. Las defensas pidieron la absolución de los imputados.

Cinthia tenía 23 años y era hija única. Vivía junto a sus padres en una casa del barrio Elías Pérez Sur, Famaillá. La joven salió de su casa el 13 de marzo, sin decir a dónde iba y no volvió a ser vista con vida. El 18 de marzo un hombre encontró un cuerpo a la vera de la ruta 157, en la localidad de Río Colorado. Una semana después identificaron que el cadáver era de Cinthia.

La teoría que presentó la Fiscalía representada durante el juicio por Gerardo Arch es que entre el 13 y el 15 de marzo de 2015 Moyano y Trejo ingresaron a la habitación de Cinthia y, utilizando un elemento cortante, golpearon reiteradas veces a Cinthia en la cabeza, ocasionándole cinco traumatismos encefalocraneanos que la llevaron a la muerte.

Acto seguido ataron las piernas y manos de su hija con trozos de tela y cubrieron su cabeza con varias bolsas plásticas y la parte superior de su torso con una bolsa de consorcio. Luego, envolvieron el cuerpo con una frazada y unieron sus extremos usando hilo de albañil e hilo plástico. Posteriormente ambos cargaron el cuerpo de su hija en el baúl del auto y se dirigieron hasta el kilómetro 1.216 de la ruta 157, donde arrojaron el cadáver a la vera de la ruta entre unos pastizales.

Antes de iniciar los alegatos, Moyano declaró ante el tribunal, conformado por los jueces Dante Ibáñez, Rafael Macoritto y Diego Lammoglia. En su testimonio habló de las salidas de su hija. “Lo hacía esporádicamente, pero nunca sabíamos dónde estaba porque era muy cerrada con nosotros”, indicó.

Para la fiscalía fue algo planificado. “La autopsia arrojó que Cinthia no presenta signos de que haya intentado defenderse, por lo cual surge que fue víctima de un ataque severo y mortal”, expuso el fiscal Arch. Además, dijo que las pericias y los elementos que se secuestraron durante los allanamientos realizados el 26 de marzo y el 10 de abril de 2015 son parte fundamental del plexo probatorio. “Las bolsas que había en la casa eran coincidentes con las que tenía ella en la cabeza; se secuestró una frazada similar a la que usaron para envolver el cuerpo de Cinthia y el hilo que se usó para coser la frazada coincidía morfológicamente con el que se encontró en el domicilio de los imputados. Además, las pericias que se realizaron a los restos de sangre que había en el dormitorio de Cinthia establecieron que era propiamente de la víctima”, indicó. Antes de ceder la palabra, acusó a Jorge Alberto Moyano y a Luisa Gregorio Trejo de ser coautores del delito de homicidio agravado por el vínculo, en perjuicio de su propia hija, y solicitó que sean condenados a la pena de prisión perpetua.

La abogada defensora de Moyano, Raquel Ferreyra Asís, ahondó en la relación que habría tenido la víctima con sus padres. “En una declaración su padre reconoció que Cinthia era muy inestable, que le tenían miedo y que ellos querían ayudarla pero no se dejaba. Incluso fueron a la Policía de Famaillá para que la conduzcan a un nosocomio para que pueda ser medicada pero que ella se escapó. No es que fueron padres que no buscaron ayudar a su hija”. Respecto a los elementos secuestrados que mencionó Arch, dijo que “son elementos que hay en cualquier hogar”.

Por su parte, Silvia Adriana Rivero y Cinthia Brito, abogadas defensoras de Luisa Trejo, apuntaron contra la investigación realizada por la fiscalía y argumentaron que nunca se analizó otra línea investigativa. “A ocho años de la muerte de Cinthia solamente se apuntó contra ellos. Nunca se investigó la línea del supuesto novio que las amigas dijeron que tenía; en los allanamientos se encontró un papel con números de teléfonos manuscritos con apodos de chicos y no se hizo nada con eso. Tampoco se investigó el lugar donde encontraron el cuerpo; allí había cuatro colillas de cigarrillos y un cabello negro pero jamás ordenaron las pericias. Está más que claro que hay un déficit en la investigación”, dijo Brito. En la jornada de hoy se conocerá la sentencia. (Producción periodística: Micaela Pinna Otero)

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