El estadio “Alfredo Beranger” está ubicado en la intersección de las avenidas Dorrego y 9 de Julio, justo las que marcan la división entre las localidades de Temperley y Turdera, pertenecientes al partido de Lomas de Zamora que está ubicado en el Sur del conurbano, a 30 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Entre esas dos localidades reparte su amor el “gasolero” cuyo estadio, geográficamente, está emplazado en Turdera. “Es así. Pero acá, para todo el mundo, Temperley es la ciudad”, explica Fernando Gutiérrez, periodista del diario Crónica que tiene su corazón pintado de celeste.
“Bienvenidos a la casa de la familia más grande del Sur”, reza un vinilo que decora el ingreso a una pintoresca sede a la que socios e hinchas comienzan a llegar antes del mediodía para compartir la previa del duelo contra San Martín en el vistoso buffet; sello característico de un club bonaerense.
El “Beranger” fue bautizado de esa manera en honor al presidente que dio la vida por el club. Hace un siglo Alfredo Beranger había conseguido los terrenos para que la institución tuviera un estadio propio. Sin embargo, un hombre que ocupaba ese terreno y que había sido desalojado, prometió matarlo; y unos meses más tarde, cumplió. Fue hasta su casa, ubicada a tan sólo 400 metros de la cancha, y le asestó tres disparos que terminaron con su vida. “Fue hace 100 años, el 29 de marzo de 1923. Es por eso que la directiva decidió que 2023 como un año de homenajes para quien es un recordado presidente y pionero para el engrandecimiento de nuestro club”, cuenta Lucía Rodríguez, secretaría de prensa del “gasolero”, quien entregó un brief informativo con todos los detalles del duelo contra el “santo” y de la historia de su club.
La zona del estadio es pintoresca y está rodeada por varios puntos característicos de las dos localidades. Un kilómetro hacia el norte, está ubicado el barrio Inglés de Temperley, un conjunto de manzanas que llevan al visitante a sumergirse en un viaje en el tiempo.
Calles de adoquines llenas de árboles, mansiones que datan de más de un siglo de antigüedad y que resaltan el sello británico de una localidad que recibió a inmigrantes ingleses, escoceses, irlandeses y galeses en los primeros años del siglo XIX.
Lo que antes eran quintas, hoy son pintorescos chalets que le dan un toque distintivo a una zona en la que vivieron Nicolás Avellaneda cuando era Presidente de la Nación, y el Teniente General Pablo Riccheri, ministro de Guerra durante el gobierno de Julio Argentino Roca.
En la intersección de las calles General Paz y Coronel Suárez está ubicada la “Villa Grampa”, una antigua casona de estilo italiano que fue utilizada como set de filmación de cine y televisión y que actualmente, de lunes a viernes, funciona como una casa de té.
A poco más de 1,5 kilómetros al noreste se ubica la estación de trenes Temperley, la más importante de la cabecera. “La línea Roca tiene muchos ramales, pero todos pasan por Temperley”, asegura Gutiérrez. De esa manera, desde Plaza Constitución o desde Haedo en CABA, se puede llegar a Temperley y desde esa estación se puede combinar para arribar a La Plata, Gutiérrez, Chascomús o Cañuelas.
Si desde el estadio se caminan cinco cuadras hacia el sur, se encuentra el Parque Municipal Finky, un terreno ideal para realizar actividades al aire libre que hace 100 años pertenecía a un inmigrante llamado Felipe Finck, pero que tras su muerte fue propiedad del ferrocarril y hasta campo de entrenamiento del “gasolero”. En 2009 y por iniciativa de los vecinos, el Municipio de Lomas de Zamora lo declaró de interés municipal.
Detrás de la zona de plateas del estadio, a 750 metros se ubica el Coto Temperley, un hipermercado que pertenece a una de las cadenas más grandes de Buenos Aires y que cuenta con un centro comercial, salas de cines y un amplio patio de comidas. “Es considerado uno de los más grandes de Sudamérica”, remarca Gutiérrez.
El estadio es coqueto y tiene capacidad para 26.000 personas. En el ingreso al buffet, hay una tienda para comprar merchandising oficial del “gasolero”. Además, el club es algo más que fútbol ya que cuenta con planteles en diferentes deportes amateurs (vóley, handball, futsal, patín artístico, natación y boxeo, entre otros).
“Temperley no sólo es el más grande del sur; el único”, advierte José, un hombre que se crió entre Turdera y Temperley, esas dos localidades que viven en torno al “celeste”.