Obras en la iglesia San Francisco: la delicada restauración de los pináculos

Son cinco y coronan la fachada. Dos tenían grietas en la base. Cuáles son las técnicas que se utilizan para recuperarlos a pleno.

EL FRENTE. Al tope de la fachada se distinguen los cinco pináculos.   EL FRENTE. Al tope de la fachada se distinguen los cinco pináculos.
09 Julio 2023

Por Andrés Nicolini - Arquitecto. Integrante de la Comisión Ejecutiva a Cargo de la Recuperación de San Francisco.

Hacia 1870, San Miguel de Tucumán comenzó a superar su fase de transición postcolonial y a conformar una nueva imagen urbana. Arquitectos y constructores apelaron al sistema ornamental del clasicismo, aplicando criterios y elementos de tipo universal como columnas, semicolumnas, capiteles, balaústres y pináculos, para mencionar algunos. El sistema organizativo de la ornamentación se basó en el uso de un lenguaje vinculado al orden clásico en sus diferentes variantes y en criterios de “escala, proporción, simetría, composición y módulo”. Este fue el caso de la fachada este de la Iglesia de San Miguel Arcángel o de San Francisco, como la reconocemos, proyectada a partir de la década de 1880 por el franciscano Luis Giorgi (autor también de la fachada de las iglesias franciscanas de Salta y de Catamarca).

La fachada se diseña en vertical, con tres niveles y tres “calles” o paños que recorren estos tres niveles hasta rematar en un frontis superior que corona el campanario, ubicado en el sector central. Actualmente se restaura ese nivel superior ubicado por encima de los 16 metros de altura.

ENCIMA DEL CAMPANARIO. Imagen poco conocida de San Francisco. ENCIMA DEL CAMPANARIO. Imagen poco conocida de San Francisco.

La línea, materializada con cornisas y molduras, fue un elemento clave en la ornamentación, pues ordenó la fachada y permitió independizar sectores, destacar las aberturas y ornamentar el parapeto que se acentuó con una baranda de balaústres.

Mediante el uso de la línea se conformaron elementos netos que tendieron a fortalecer la independencia entre los paños horizontales. Para definir los tres paños se integró un repertorio de columnas y pilastras, coronadas con capiteles corintios.

El uso del color otorgó a todo el sistema el rol de figuras sobre un fondo. La comunidad tucumana podrá observar todo ello, pues en muy corto plazo la fachada recuperará los colores originales. El concepto fue destacar la ornamentación de molduras, cornisas y elementos aplicados.

EN ACCIÓN. Trabajos sobre uno de los muros, en la base de un pináculo. EN ACCIÓN. Trabajos sobre uno de los muros, en la base de un pináculo.

En la arquitectura doméstica la rejería tipo andaluza, en particular en las puertas cancel, contribuyó a la percepción del interior del edificio al constituir un límite casi virtual. Es el caso de San Francisco, pues las espléndidas rejas donada por Trinidad Berrios en 1891 ornamentan con excepcional calidad la fachada y permiten observar el espacio previo al ingreso a la iglesia, es decir, el nártex.

En detalle

Este artículo es el primero de una serie en la que iremos explicando los elementos que componen la fachada de la Iglesia de San Francisco. Se refiere a los pináculos. En el nivel superior el Padre Giorgi apeló al uso de estos elementos verticales que jerarquizan la superficie con elementos autónomos los que, al tomar mayor altura, produjeron la ruptura manifiesta del plano del remate.

De los cinco pináculos que coronan la fachada, el central, que sostiene la cruz de hierro, es de tres metros y medio, los otros miden alrededor de cuatro metros de altura.

EN PRIMER PLANO. Así se destaca, visto desde arriba, uno de los pináculos. La foto es previa al inicio del plan de restauración. EN PRIMER PLANO. Así se destaca, visto desde arriba, uno de los pináculos. La foto es previa al inicio del plan de restauración.

Están conformados por una serie de volúmenes de rotación (generados en torno a un eje) alineados en forma vertical y conectados por un anclaje metálico. Durante los relevamientos que sirvieron de base para el proyecto de restauración que se está llevando a cabo, se confirmó que son macizos y están construidos con mampostería de tejuelas de 3 cm de espesor y 42 cm de largo, que se encuentran desbastadas para mantener la forma curva (hay casos como el de San Francisco de Catamarca en el que son huecos, moldeados en cerámica).

Tienen una estructura metálica conformada por un eje central y anillos de planchuela de hierro que definen el perímetro y sirven de soportes. Se infiere que los anillos estarían vinculados al anclaje central, dando forma a la estructura en esqueleto. Están terminados con revoque y pintura.

Deterioro y restauración

En algunos sectores las planchuelas habían comenzado un proceso de corrosión que provocó el desprendimiento del revoque. Se liberaron las partes sueltas y se aplicó sobre las planchuelas un tratamiento con desoxidante de acción química, se raspó a fondo y luego se pintó con antioxidantes y esmalte sintético. Finalmente se reconstruyó la capa de revoque, utilizando moldes específicos de material flexible para reproducir las curvas que los conforman.

ANTES Y DESPUÉS. Un pináculo al inicio de las obras y ya recuperado. ANTES Y DESPUÉS. Un pináculo al inicio de las obras y ya recuperado.

Durante los relevamientos iniciales se había registrado en el pináculo superior norte una importante grieta en la base de mampostería que lo soporta; la propuesta de consolidación estructural consistió en la incorporación de llaves metálicas uniendo ambos bordes de la grieta (como si se tratase de una “sutura quirúrgica”) y luego la utilización de una malla de fibra que diese cohesión al bloque íntegro de la base (como si fuera un “vendado” del sector afectado).

En las tareas previas de remoción de revoques desprendidos se descubrió una grieta semejante en la base del pináculo inferior, también del lado norte de la fachada; se aplicó la misma solución que estaba prevista en el caso superior.

CUIDADOSAS INTERVENCIONES. Las técnicas incluyen revoques, tratamientos con desoxidantes, incoporación de llaves metálicas, colocación de mallas de fibra y “riendas de seguridad”, que impiden que los elementos de la fachada puedan caer hacia el frente. CUIDADOSAS INTERVENCIONES. Las técnicas incluyen revoques, tratamientos con desoxidantes, incoporación de llaves metálicas, colocación de mallas de fibra y “riendas de seguridad”, que impiden que los elementos de la fachada puedan caer hacia el frente.

Está prevista además la colocación de “riendas de seguridad”, cables de acero fijados al sector posterior del campanario, para que actúen como tensores en caso de movimientos sísmicos de magnitud, impidiendo que los elementos componentes caigan hacia el frente.

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