Van Houten, un “ángel” de la secta Manson, salió de prisión

Tenía 19 años cuando participó de los crímenes que conmocionaron al mundo en los años 60. Estuvo en la cárcel 53 años y ahora irá a una vivienda de transición.

PEDIDO. Van Houten, en 2002, cuando le negaron la libertad condicional. reuters  PEDIDO. Van Houten, en 2002, cuando le negaron la libertad condicional. reuters
13 Julio 2023

Leslie Van Houten tiene 73 años y por primera vez en 53 años salió de la prisión de Californa, en la que cumplía condena por el asesinato del empresario Leno LaBianca y de su esposa, Rosemary, cometido en 1969. Tenía 19 años, pero nadie se conmovió cuando fue condenada.

No era el primer crimen que cometía el grupo al que pertenecía. Ella era parte de “La Familia”, la secta dirigida por Charles Manson que, bajo las órdenes de su líder, asesinó a al menos nueve personas en el verano de 1969, en el área metropolitana de Los Ángeles.

Van Houten fue parte de la muerte del sueño hippie, apuñalado en California (el mismo lugar donde había nacido).

El 9 de agosto de 1969, la noche anterior al asesinato de los LaBianca, cuatro miembros del “clan Manson” habían apuñalado con saña a cinco personas en la lujosa residencia en 10050 Cielo Drive, del director de cine Roman Polanski, entre ellas estaba su esposa Sharon Tate, embarazada de ocho meses.

EN LA CORTE. A los 19 años fue llevada a la Justicia por dos asesinatos.   EN LA CORTE. A los 19 años fue llevada a la Justicia por dos asesinatos.

Este raid sangriento conmovió a la sociedad estadounidense y tuvo un alto impacto en las noticias y en la cultura popular de la época, debido a la violencia con la que fueron ejecutados, a la corta edad de los asesinos y al hecho de que la mayoría fuesen chicas jóvenes, de clase media, que vivían en una comunidad supuestamente alejada de los intereses materiales. No estaban impulsados por la intención de robar o por motivos personales. Eran puro odio y locura.

Durante el ataque a los LaBianca, Van Houten cubrió la cabeza de Rosemary con una funda de almohada mientras sus cómplices la apuñalaron. Cuando el cuerpo estaba en el suelo, la apuñaló al menos 14 veces más para asegurarse de que estuviera muerta. Los seguidores del clan usaron después la sangre de la pareja para escribir mensajes en los muros de la residencia, ubicada al noreste de la ciudad.

Los crímenes de “La Familia”, diseñados de manera detallada por Manson, fueron para muchos el campanazo final de una época que había prometido un mundo sin violencia, sin posesiones materiales y donde las personas se amaran libremente.

La secta de Manson empezó a reunirse en 1967, alrededor de su “gurú” en San Francisco, California, siguiendo la temporada de festivales hippies, en lo que se conoció como “el verano del amor”. Dos años después, mientras morían los años 60, el movimiento hippie se desmoronaba, víctima de sus propios excesos. El movimiento social que promovía paz, amor y vida en comunidad para librarse del capitalismo que había esclavizado a la generación anterior, daba su último suspiro en medio de violencia y brutalidad, empuñadas por mentes destrozadas por el uso descontrolado de drogas alucinógenas y la conducción de un manipulador psicópata. Manson fue condenado a la pena de muerte (luego conmutada a cadena perpetua) por haber planeado e instigado los asesinatos.

CASI NIÑAS. Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten. CASI NIÑAS. Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten.

Los asesinatos de Tate-LaBianca fueron ejecutados por CharlesTex” Watson y tres mujeres de “La Familia” -Las otras asesinas eran Linda Kasabian, Patricia Krenwinkel y Susan ‘Sadie’ Atkins- bajo las instrucciones específicas de Manson. También fueron responsables de otros asaltos, robos, crímenes y el intento de asesinato del presidente de los Estados Unidos, Gerald Ford en Sacramento.

El martes, Van Houten fue trasladada a una residencia de transición, una morada que le permitirá preparar durante el próximo año su regreso a la sociedad.

La autoridad penitenciaria lleva años recomendando la libertad condicional para Van Houten, basado en su “conducta intachable” y en su esfuerzo por estudiar y superarse durante sus años en la prisión de Chino. Los gobernadores del Estado, quienes siempre tienen la última palabra, rechazaron en varias ocasiones la libertad.

El actual gobernador de California, Gavin Newsom, la había vetado en tres ocasiones, como también lo hizo su antecesor, el también demócrata Jerry Brown, en 2018.

“El gobernador está decepcionado por la decisión de la Corte, pero no buscará ejercer acción penal porque es improbable que una apelación sea exitosa”, aseguró el portavoz de Newsom.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios