Transporte: el debate que nunca llega

21 Julio 2023

Luego del aporte de la Provincia para que se termine de pagar el incremento salarial acordado en paritaria y el aguinaldo de choferes, se evitó hace unos días el conato de paro de transportes, que ya había tenido un momento durísimo con los cuatro días de parálisis total de la provincia en el fin de semana del 9 de julio. Ahora la discusión está en el Concejo Deliberante, que espera debatir el estudio de costos presentado por los empresarios y la información al respecto que debe entregar la Municipalidad capitalina.

La ecuación del servicio de transporte público entre empresas, choferes y usuarios, que en los últimos años era precaria, se ha desvirtuado totalmente con la escalada inflacionaria. El sistema siempre ha requerido un aporte estatal para compensar tanto los costos del servicio en recorridos que pueden no resultar rentables que pero que son necesarios para el traslado de la población. Hay una necesaria regulación del Estado, tanto en lo que hace al establecimiento de recorridos que abarquen las diferentes zonas urbanas y también del interior de la provincia como en el establecimiento del precio del pasaje. En ese sentido, la apreciación del ministro de Economía nacional en un programa televisivo marcó cuánto se ha desvirtuado la ecuación: “Sin el Estado, el boleto de colectivo costaría 500 mangos, no 60”, dijo, en referencia a las tarifas de CABA y provincia de Buenos Aires. Antes, la Municipalidad capitalina asumía la responsabilidad del debate sobre estudio de costos y control de recorridos y la Provincia luego disponía por decreto aumentos de tarifas para el interior.

Ahora hay una ecuación compuesta por los subsidios nacionales, los provinciales y el valor del pasaje, que es lo que está por discutir el Concejo Deliberante, mientras la Municipalidad se replegó, luego de que la Provincia asumió responsabilidades con respecto a los subsidios. Pero el sistema está desvirtuado. Las concesiones, vencidas, han sido prorrogadas. El servicio, deteriorado junto con el agravamiento de las condiciones de la economía, parece sólo circunscripto al debate entre choferes, empresarios y Estado por salarios y lo demás ha quedado en segundo lugar.

Los concejales, que ya recibieron el estudio de costos de los empresarios, esperan el de la Municipalidad, pero anticiparon que la suba no llegará a los $ 362 que plantean los responsables de Aetat sino que rondaría los $ 120. Los empresarios, además, afirman que en el mismo estudio de costos que presentaron ya está devaluado porque aumentó dos veces el combustible y reclaman que en otras provincias (serían Mendoza, San Juan y Salta) hay una compensación tarifaría, puesto que las tarifas se fijan en forma política y no ajustadas a estudios de costos técnicos. A esto debería agregarse la voz de los usuarios, que necesitan y esperan un mejor servicio. “Yo creo de que este sistema actual es anacrónico. No resiste más”, dijo el presidente del Concejo Deliberante hace unos días. Mientras tanto, está claro que el aumento que se conceda va a ser una solución de emergencia que no tocará el problema de fondo, que es - más allá de las injustas asimetrías que se reclaman constantemente entre CABA y AMBA, por un lado, y el interior del país, por otro- definir bien claramente quién y cómo financiará el sistema de transporte.

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