En el año donde se celebran el 40° aniversario de la restitución democrática en nuestro país, el sistema que nos brinda derechos, libertades y garantías afronta un gran desafío si se tiene en cuenta el nivel de apatía que se observa en la ciudadanía y la incertidumbre que ronda sobre el nivel de participación que puede registrarse este domingo en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Si bien es cierto que el acto de adhesión a un liderazgo está fundamentado en un intercambio de valoraciones donde el elector busca construir o validar su identidad, vale destacar que el acto de sufragar es emocional y de hecho hay cierto consenso en admitir que la razón no es determinante en el cuarto oscuro. Ante esto, los votantes argentinos irán a sufragar en medio de un contexto económico plagado de incertidumbre, con un peso que se devalúa día a día a raíz del proceso inflacionario y la cotización informal del dólar que acomoda los precios en las góndolas y en las vidrieras.
El último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) titulado "Desigualdades y retrocesos en el desarrollo humano y social 2010-2022" reflejó con contundencia la percepción social que tiene la ciudadanía en relación a las instituciones y la democracia y puso énfasis en el fuerte deterioro que hubo en el país en términos de democracia y participación ciudadana.
A raíz de los datos obtenidos en el trabajo, el organismo detalló que la fuerte caída de la expectativa de la clase media y baja de la confianza en la democracia tiene correlato en una ruptura del pacto que hubo desde la recuperación democrática y al sostenimiento de la clase media.
Si bien la tasa de este indicador de desconfianza en la democracia había bajado en 2020, en 2021 volvió a incrementarse significativamente, evidenciando un malestar general en la población por las constantes crisis socio políticas que emergen en el país y a la continuidad de las medidas de restricción a la circulación por la pandemia de la COVID-19. Incluso, las elecciones primarias y generales de ese año registraron el menor porcentaje de participación (67% y 71%, respectivamente), desde el año 83’ a la fecha.
Más disconformes
De acuerdo a los datos del trabajo académico, la desconfianza y el malestar ciudadano con la democracia como sistema republicano se percibe principalmente en las personas de los estratos sociales más vulnerables quienes mayor rechazo a la democracia evidencian (51% y 55%). En su caso, se mantienen en gran medida las tasas de rechazo, siendo estos, a su vez, quienes experimentan todo tipo de carencias en materia de derechos sociales. Por su parte, el estrato medio no profesional es quien más estable se muestra en el tiempo
Preocupación capital
Para reflejar el estado del electorado nacional la consultora Sentimientos públicos realizó un muestreo a partir de encuestar a 3.500 personas sobre las percepciones de la economía actual. Ante la pregunta “¿En cuál de estas situaciones sentís de modo más claro la sensación de ‘crisis económica’?”, casi la mitad de los encuestados -el 45%- respondió “en el supermercado” mientras que un 30% dijo que lo notaba “al recortar gastos”. Del mismo universo, un 64.8% respondió que paga demasiado en impuestos. Sin embargo, más del 80% sostiene que las universidades públicas deben permanecer libres y gratuitas y más del 60% sostiene lo mismo sobre la compañía Aerolíneas Argentinas aunque una mayoría pide orientarla hacia la eficiencia.
Al momento de tener que definir la situación económica que atraviesa el país, un 47% de los encuestados respondió que vive una “incertidumbre agotadora”, mientras que el 37% respondió que el escenario actual camina al abismo. Finalmente, un 15% dice que hay un “crecimiento silencioso”.
Inalterable
En los primeros días de abril se había conocido una encuesta realizada por la Universidad de San Andrés, la cual también dejaba en evidencia la insatisfacción con la política económica y dejaba en claro que esa postura era compartida por personas que apoyaban a Juntos por el Cambio y Unión por la Patria. Según el relevamiento, el 92% de los consultados está “totalmente insatisfecho” con el rumbo del gobierno en esta materia. El otro tema en el que coinciden los votantes de ambos espacios es la inseguridad. El ranking de preocupaciones registra variaciones en el orden de las prioridades en algunos ítems, como la corrupción. Entre los que suscriben con el oficialismo está en octavo lugar, entre los opositores, está en segundo lugar. De la misma manera, y por oposición, el endeudamiento es uno de los principales problemas para los que votan al kirchnerismo y uno de los últimos para los que apoyan a la principal coalición opositora. Un tercio de los encuestados cree que los políticos son un problema.