Este año pareciera que los semáforos de San Miguel de Tucumán se hubieran envejecido de golpe. El funcionamiento de muchos complejos se vio alterado de modo sustancial, sobre todo en marzo y abril, cuando se dijo que había que colocar 58 nuevos aparatos -hacen falta unos 100- y al mismo tiempo se admitió que había problemas con el mantenimiento a causa del cambio de la empresa contratada a tal efecto. Luego persistieron algunas dificultades en el funcionamiento, debido a problemas de mantenimiento, vandalismo y falta de algunos elementos de reposición, como se puede apreciar por la discontinua sincronización en avenidas como la Belgrano y la Mate de Luna, o directamente en el apagado de aparatos como el de la esquina de Santiago del Estero y Salta.
La partida de la empresa que estaba a cargo de 247 de los 383 complejos semaforizados generó una complicación en la Municipalidad a pertir de marzo pasado, que debió hacerse cargo y denunció entonces robo de cables, quema de plaquetas y fuentes y problemas con el suministro eléctrico. “El vandalismo y los cortes que hay nos generan mucho daño”, aseguró un funcionario. Al respecto, el problema de los robos tanto en los servicios municipales como en las empresas de servicios públicos como la de la energía y la del gas se ha acrecentado a lo largo del año.
También se informó que 83 complejos tenían mal funcionamiento; estaban desincronizados, apagados o intermitentes; se advertía que era muy difícil el mantenimiento y no había recursos humanos especializados para repararlos, además de que la empresa que dejó el servicio en diciembre pasado se había llevado “todo el sistema de computación que se encargaba de controlar los semáforos”.
Con esta tarea llevada a medias en una transición que se estiró a lo largo del año se agregó el problema de los repuestos importados, de la falta de stock y del cambio constante de tecnología.
Se dijo que hay tres tipos de semáforos: uno por fibra óptica, que es el más nuevo; otro por pared de cobre, que es el más antiguo; y uno por radio módem. “La idea es que en algún momento tengamos todos con fibra óptica, para incluso controlar todo el sistema desde un celular. Pero son inversiones millonarias”, explicó el secretario de Obras y Servicios Públicos. También dijo que son muy sensibles a las bajas de tensión, que han quemado muchos de los componentes electrónicos que tienen.
Así las cosas, no parece que se haya podido resolver todas las complicaciones generadas en los semáforos, que son elementos sustanciales en el orden urbano. Es de esperar que con el cambio de autoridades comience a normalizarse esta situación, que en medio de la crisis ha alcanzado fuertes niveles de conflicto.