Según un informe de la Subsecretaria de Agricultura de la Nación, el complejo legumbres involucra varias especies que se distinguen por ofrecer un alto contenido de hierro y de proteínas de muy buena calidad, aportando varios beneficios para la salud de los consumidores. Justamente en referencia a las proteínas, hay estudios que demuestran que una dieta con legumbres y cereales presenta los mismos valores nutricionales que una dieta de base animal. Las legumbres aportan además hidratos de carbono, fibras, calcio, potasio, magnesio y vitaminas del grupo B.
En la Argentina, el complejo legumbres se compone de arvejas, garbanzos, lentejas y porotos; y se caracteriza por presentar un elevado perfil exportador, aunque con marcadas diferencias según la especie en cuestión.
Durante los últimos años, la demanda mundial de legumbres ha aumentado y se prevé que en el futuro continúe esta tendencia. El consumo promedio de legumbres en el mundo es de aproximadamente 8 kilos per cápita (OCDE FAO, 2020) mientras que el de la Argentina alcanza apenas los 800 gramos anuales por habitante (CLERA, 2020) -las lentejas acumulan el 60% de ese valor-.
Las especies involucradas tienen muy buen comportamiento agronómico contribuyendo a la diversificación de las rotaciones granarias y a la sustentabilidad de los sistemas de producción.