Tanto los rectores del Norte como los vicegobernadores del Norte Grande, reunidos en la sesión plenaria del Parlamento regional, reclamaron a la Nación por mayor presupuesto para educación y para ciencia. También por la discriminación, por parte del Gobierno nacional, que implica actualizar un 270% las partidas para gastos de funcionamiento de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de un 300 % para los hospitales que dependen de esa casa de altos estudios, mientras se dejó de lado al resto de las instituciones.
El rector de la UNT fue enfático: “queremos que financien a la UBA, pero que financien también al resto. Nosotros entendemos el financiamiento de todo el sistema universitario; no de algunas universidades y de otras no. Por eso no pedimos que se desfinancie la UBA, al contrario, queremos que esta funcione de la mejor manera posible. Pero también queremos que el resto de las universidades funcionen de la mejor manera posible”.
A su vez, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) había advertido que esta asignación de partidas por parte de la Nación “implica el reconocimiento por parte del Gobierno nacional de uno de los aspectos del problema que todo el sistema universitario viene planteando desde enero. Resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una y no para las 60 universidades del país. Habiendo el Gobierno confirmado con sus actos que los recursos están, exigimos inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual al otorgado a la UBA para todas las universidades públicas de la Nación. Rechazamos cualquier metodología que promueva la división entre universidades”.
Ya las casas de altos estudios habían advertido en las semanas previas a la masiva protesta del 23 de abril que no haber actualizado el presupuesto y haber dejado congelados los gastos de funcionamiento iba a implicar ya en el segundo cuatrimestre una parálisis de servicios (luz, agua, gas y seguridad, entre otros) que apenas recibieron un 70% de incremento en marzo con una inflación interanual que trepa al 280%. Hay un compromiso de un 70% adicional para mayo pero aún no se hizo efectivo. “Tenemos un presupuesto ‘reconducido’”, dijo el rector para describir que el mismo presupuesto 2023 se traslada a 2024. “Eso implica que el mismo valor que teníamos para funcionar, que estaba fijado en noviembre, diciembre, cuando se aprobó el presupuesto 2023, es con el que hemos comenzado el año. Con eso hemos vivido todo el 2023 y el 2024 hasta ahora”.
La Federación Universitaria Argentina (FUA) también repudió el accionar de la Nación. “Es inaceptable y provocador que se haya dejado sin respuesta a 60 universidades. Exigimos al Gobierno la actualización de las partidas presupuestarias para gastos de Funcionamiento en un 300% para todas las universidades, inmediatamente y sin excepción”, dijo.
El rector de la UNT añadió que confía en que “el Ministerio de (Capital Humano) aportará también lo que necesitamos el resto de las universidades”, pero nada está claro. Después de la protesta del 23 de abril la Nación, en vez de indicar con precisiones cuándo y cómo se resolverá la crisis de financiamiento que se provoca con no entregar las partidas correspondientes a las universidades, dejó entrever que estas necesitan ser auditadas, sin explicar si realmente hay problemas con el sistema de auditorías que funciona en estos espacios .
Correspondería que, además de los reclamos que han hecho tanto los rectores como los vicegobernadores del Norte Grande, la Provincia aporte todas sus fuerzas como para instalar este problema en la agenda del Gobierno federal, con el fin de que se cumpla con lo que dice la ley y se prevea posteriormente, si cabe, el debate para buscar la forma de agilizar la salida de los problemas que tienen las casas de altos estudios.