Para conmemorar el nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante en un hospital público, cada 30 de mayo en Argentina se conmemora el Día Nacional de la Donación de Órganos. Esta fecha tiene por objetivo, además, reconocer la solidaridad de la comunidad donante, y honrar a las personas y familias que transforman el dolor en amor, donando sus órganos para dar vida a otros.
La jornada fue instituida por el presidente Carlos Menem. En el escrito se instauró esta fecha para celebrar este procedimiento médico y comunicó que “la práctica del trasplante se traduce en la esperanza de salvar o mejorar la calidad de vida de las personas que dependen del mismo. Para conmemorar la fecha, LG Play contó con la presencia de Santiago Villavicencio, jefe de la unidad de Procuración y Trasplante del Hospital Padilla; y de Ezequiel Lo Cane, autor de la Ley Justina de transplante de órganos.
Dar gracias, homenajear y celebrar; esas son las claves de la efeméride que se celebró ayer. Es que el día también busca poner en valor el trabajo de los profesionales de la salud de los establecimientos hospitalarios de todo el país y de los organismos provinciales de procuración pertenecientes al sistema sanitario argentino.
En lo que va de 2024, en el país se realizaron 1.522 trasplantes de órganos y de córneas. Así, 782 pacientes en lista de espera recibieron un trasplante —685 provenientes de donantes fallecidos y 97 de donantes vivos— y se realizaron 740 trasplantes de córneas. Además, de enero a mayo se llevaron a cabo 541 trasplantes renales, 176 hepáticos, 36 cardíacos, 13 renopancreáticos, 8 pulmonares, 6 hepatorrenales, 1 cardiopulmonar, 1 cardiorrenal y 740 trasplantes de córneas. Del total de trasplantes, 136 fueron a pacientes pediátricos (menores de 18 años).
Un exitoso servicio
Con motivo de la jornada, Villavicencio destacó a Tucumán como una provincia con un fuerte empuje en la donación. “Durante mucho tiempo, el hospital fue número uno en donantes por institución en todo el país. Esto habla del desarrollo y la dedicación que hemos tenido con la donación de órganos”, explicó Villavicencio. Hoy, la provincia ocupa el tercer lugar en mayor volumen de trasplantes.
El experto hizo hincapié en la complejidad del proceso de donación, que requiere un trabajo interdisciplinario y de una infraestructura adecuada. “Para desarrollar un donante, primero se debe detectar a una persona con muerte cerebral; hay que realizar numerosos estudios de compatibilidad y mantener al cuerpo en condiciones hasta que se lleve a cabo la donación. Este es un trabajo que requiere una estructura que no está disponible en todos lados, por lo que el Hospital Padilla representa el 90% de la donación en Tucumán”, expresó.
Y lo que sin duda ha modificado el panorama de las donaciones de órganos es la Ley Justina, que se aprobó en 2018; la normativa establece que todos los argentinos son donantes de órganos, salvo que expresen lo contrario en vida. “Esta ley, inspirada en una niña que falleció esperando un trasplante, supone que todos queremos ayudar al prójimo. No hace falta indicar en el DNI que somos donantes; la ley ya nos considera como tales”, aclaró.
Para hablar de los cambios producidos por la ley, se conectó desde Buenos Aires Lo Cane. “La ley, aprobada, generó cambios de todo tipo en el sistema nacional de trasplante. Sobre todo, trajo más comunicación de la que había, y empezó a articular ciertos planes que tienen que ver con cuestiones del proceso de tranplante: se comenzó a hablar de donación y tranplante en los colegios, de los derechos de los donantes vivos (de hígado, riñón y médula ósea) y se aprobó el transplante cruzado”, destacó.
Provincia comprometida
Lo Cane aseguró que actualmente se está craneando una Casa Justina en Tucumán. Es un espacio para alojar, contener y cuidar a las familias que esperan o que recibieron un trasplante. Son hogares y centros colaborativos para resolver con el resto de la comunidad trasplantadora diferentes desafíos que enfrentan las y los pacientes que esperan o recibieron un órgano. “Tenemos también un capítulo muy importante, que es el de la personalidad de Justina; esa alegría, calidez y frescura. Solemos hacer acuerdos con personas para hacer actividades lúdicas, relacionadas con el arte; no es sólo cuidar y mimar (a los pacientes), sino entretenerlos”, aseguró.
Casa Justina ya funciona en siete provincias; en la provincia, resta definir el espacio para edificarla. “Estamos trabajando con la gobernación de Tucumán para definir cuál es el lugar más apropiado para hacerla. Mientras tanto estamos muy en contacto con el Hospital Padilla, con Santiago Villavicencio y con su equipo. Este año Tucumán está tercero como donante de órganos, pero otros años ha estado primero. Eso demuestra que es una provincia donante y comprometida con el tema”, aseguró.