El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizó un relevamiento para la estimación de daños por achaparramiento del maíz en el área maicera de la provincia de Tucumán y del oeste de Santiago del Estero con el trabajo a campo de técnicos de la institución.
La actividad fue llevada a cabo por Marcela Rudelli, de la Agencia de Extensión Rural (AER) Banda del Río Salí, y por Francisco Canteros y Edgardo Sánchez Tello, de la AER Monteros. Estos estimaron las pérdidas de rendimiento producidas por espiroplasma (Spiroplasma kunkelii) en el área maicera de nuestra provincia y del oeste de la mencionada provincia vecina.
El comité Salvemos al Maíz pide eliminar el puente verdeLos muestreos se realizaron sobre lotes comerciales de 19 localidades que figuran en el mapa y que fueron agrupadas en cinco zonas: Trancas, Noreste, Este, Leales y Sur.
En cada punto de muestreo, se cosecharon las espigas de 10 m², se registró el número de plantas, el tipo de híbrido, la fecha de siembra, la densidad, el manejo, etcétera.
Fueron evaluadas un total de 106 muestras. Se registró peso de la muestra, porcentaje de humedad de grano y número total de espigas por muestras, las cuales fueron clasificadas en cuatro categorías:
Científicos del INTA lograron secuenciar el genoma del vector del achaparramiento del maíz• Espigas normales: presentan número de granos completos.
• Espigas vanas: abortadas previas a floración, no llegan a desarrollarse.
• Espigas incompletas: no completaron el número de granos.
• Espigas corchosas: cuyos marlos tienen típicamente una consistencia corchosa, que hacen que se doblen y rompan con facilidad en pequeños trozos, lo que dificulta la operación de la trilla y sobrecarga con materia extraña la sección de separación.
Con la cosecha de 10 m² se estimó el rendimiento en kilos por hectárea (kg/ha-1) (Rto) y el porcentaje de espigas corchosas (%EC), síntoma típico de espiroplasma. Se realizó un análisis de varianza (Anova) para zonas y fechas de siembra, evaluando las variables de manera quincenal para fechas de siembra: 1ª quincena de noviembre (1QN), 1ª quincena de diciembre (1QD), 2ª quincena de diciembre (2QD), 1ª quincena de enero (1QE) y 2ª quincena de enero (2QE).
En la Tabla por zonas se puede observar una disminución del 66% del rendimiento estimado desde la zona Norte a la zona Sur. En la Tabla de fechas de siembra se evidencia una merma de un 47% en el rendimiento estimado cuando se atrasó la fecha de siembra hacia la 2QE.
Achaparramiento del maíz: “Las acciones deben apuntar a bajar la población del vector; esa es la base de la pirámide”El porcentaje de espigas corchosas aumentó alrededor del 12%, a medida que se atrasó la fecha de siembra, como lo muestra la tabla 2. Podemos inferir que la incidencia de spiroplasma fue mayor a medida que se postergó la fecha de siembra.
Por otro lado los técnicos del INTA Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Famaillá y las AER Graneros, Aguilares, La Cocha, Monteros, Simoca, Banda del Río Salí y Trancas recibieron capacitaciones sobre protocolo de muestreo con red de arrastre para iniciar los monitoreos de presencia de Dalbulus maidis en lotes comerciales de maíz en distintos puntos de la provincia. Actualmente, se seleccionaron seis sitios de muestreo, que se encuentran ubicados en las principales zonas productoras de maíz. En cada sitio, que fue georreferenciado, se registra el sustrato presente (avena, cebada, rastrojo de maíz, etcétera) sobre el cual se realiza el monitoreo. La frecuencia de muestreo es semanal. Las muestras son evaluadas en el laboratorio de la EEA Famaillá, donde son sexadas e informadas como número de individuos. Dicha información está disponible mediante el “Mapa nacional de monitoreo de chicharrita del maíz”. Estos datos permitirán analizar la tendencia de cambio de la densidad poblacional a lo largo del otoño y el invierno.
El objetivo de este trabajo es estudiar la variación temporal y geográfica de la densidad del vector sobre diferentes sustratos, identificando factores meteorológicos que puedan incidir en la fluctuación poblacional.
Los datos informados deben tomarse como aportes preliminares para el estudio de la evolución poblacional de la chicharrita del maíz.