Una denuncia de una mujer en Alderetes alteró los planes de prevención en el este de la provincia. Una presentación que confirma una versión que está dando vueltas desde hace varios meses en la provincia. A Tucumán arriban paraguayos que recorren los barrios más pobres del Gran San Miguel para comprar cabellos de niños. El producto, según confirmaron fuentes judiciales, sería llevado a ese país y luego exportado a Estados Unidos o a Europa.

Una mujer de 33 años denunció que el viernes, pasadas las 13, dos hombres y una mujer se presentaron en su domicilio del barrio Virgen del Rosario, ubicado en esa ciudad del este tucumano. Según su exposición, los sospechosos le ofrecieron comprarle el cabello de su hija a la que habían visto jugar en la calle. Como la mujer se negó, amenazaron con llevársela a la fuerza.

La denunciante comenzó a gritar desesperadamente, por lo que se originó un verdadero revuelo. Los supuestos paraguayos se marcharon en el vehículo en el que se movilizaban. La Policía montó un operativo cerrojo para tratar de dar con los sospechosos.

El jefe de la Unidad Regional Este Carlos Ruiz confirmó que la denuncia existió y que, además de investigar el caso, también activaron todos los protocolos para evitar que se registre un episodio de estas características.

Antecedente

“No es la primera vez que tenemos una información de estas características. Hace tres meses aproximadamente demoramos por contravención a ciudadanos paraguayos que estaban recorriendo los barrios de la jurisdicción comprando cabellos de niños”, explicó el funcionario. “Fueron representados por abogados del consulado paraguayo. Al no estar realizando en principio una actividad ilegal y al no tener antecedentes, se los terminó liberando”, declaró.

Personal de la ex Brigada también tuvo una situación similar semanas atrás. “Lo importante es que la gente comunique este tipo de casos para que avancemos en la investigación”, finalizó Ruiz.

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