Como consecuencia de la falta de datos oficiales sobre el ingreso del azúcar de Brasil, hecho que fue detectado en la góndola de la sucursal de una conocida cadena de supermercados de Buenos Aires, las especulaciones entre los factores azucareros de la provincia respecto de la importación del producto se desvanecen al comenzar la comparación con los precios locales, ya que para cualquier negocio, aún de ocasión, si no hay ganancias no se trata de un hecho con fin económico.
“El que quiera importar que lo haga. En este caso, no se cuál es el sentido de hacerlo a estos precios. Esos valores conocidos para la venta en góndola ($1.080 el kg) no se manejan en la Argentina”, arrancó diciendo a LA GACETA el presidente del directorio de la Compañía Azucarera Los Balcanes, Jorge Rocchia Ferro. “Nosotros estamos exportando hoy 500.000 toneladas de azúcar, lo que implica por un lado que le estamos haciendo ingresar divisas al país, y por otro, con esta última información de que se importa azúcar, están saliendo las divisas. Bueno, eso lo hacen algunos especuladores pero no sé con qué sentido. Me imagino que puede ser para perjudicar al Gobierno nacional; no tengo otra explicación sobre que se traiga el producto de afuera para que la azúcar local suba y genere inflación en el país”.
Por su lado, el ministro de Economía de la provincia, Daniel Abad, confirmó a LA GACETA que no lograron obtener datos oficiales sobre la importación de azúcar de Brasil, y calificó de “antieconómica” la comercialización de esta forma cuando el mismo producto en la Argentina vale casi la mitad, “porque en las góndolas de Tucumán se pueden conseguir entre $ 500 y $ 600 el kilogramo”.
“Suponemos que es una cuestión privada, que no está para nada clara. Es poco probable que se haga una gestión de importación para perder. Y si fuera un ingreso de contrabando, sería una operación ilegal demasiado grosera”, analizó.
Luego, recordó que hubo preocupación en el sector sucroalcoholero del NOA y del sector limonero cuando se presentó la original Ley Base libertaria porque derogaba la Ley del Azúcar, sancionada en 2003, y eso se traducía en la desaparición de las barreras arancelarias para la importación de azúcar. Luego de los reclamos y tratativas, se logró mantener el estatus quo referido al comercio exterior del azúcar.
Cantidades pequeñas
Finalmente, el ministro Abad aseguró que esta importación no incide sobre la economía y la actividad local, ya que se trataría de cantidades pequeñas y antieconómicas para un mercado que se autoabastece. “El gobernador, Osvaldo Jaldo, está al tanto de lo que ocurre; no dio aún instrucciones, y la inquietud cuando se supo la noticia llegó de parte del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán (Ipaat)”.
El sector sucroalcoholero, en alerta por la importación de azúcar de BrasilConsultado sobre la incidencia de esa importación detectada, Rocchia Ferro evaluó la situación. “En lo personal, no me asusta ni me preocupa la importación. Cualquiera tiene el derecho de hacerlo. Hoy la importación de azúcar de Brasil llega a un valor de bolsa de 50 kg a $ 55.000, menos la comisión del súper, y menos los gastos del fraccionado y traslado”, precisó.
“La situación nos está poniendo ‘un techo’, digamos ‘alto’, porque hoy estamos vendiendo la bolsa de azúcar de producción local a precio de desastre, un precio de quebranto, que es nuestro piso”, analizó. “Entonces, en este escenario, hoy tendríamos la oportunidad de aumentar nuestros precios hasta $ 55.000, menos los gastos. Diría, si reaccionara así nuestro mercado, que no es una mala la noticia esta importación, por lo que ya dije respecto de que nos están dando un ‘techo’ para el valor actual”.