En lo que va del 2024, y tras la desregulación de los precios de los servicios que iplementó el Gobierno de Javier Milei, los alquileres y las telecomunicaciones aumentaron hasta 66 puntos porcentuales por encima del índice de la inflación. Así lo muestra un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (UNDAV), que remarca las considerables subas que están ejerciendo más presión inflacionaria.

A partir de la derogación de la Ley de Alquileres en diciembre de 2023, los alquileres escalaron un 213%, superando por 66 puntos el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que en el mismo período trepó un 147%. Esta medida de desregulación dejó a miles de inquilinos con contratos ajustados a condiciones de mercado que, sin límites, siguen reflejando aumentos desproporcionados respecto al salario medio.

El informe de UNDAV destaca que la política de retirada del Estado en el control de precios, uno de los pilares del plan económico de Milei, parece estar complicando el proceso de desinflación. El incremento de los alquileres genera un impacto directo en el costo de vida de los argentinos.

Además, los servicios de internet y telefonía aumentaron un 201% desde el inicio de 2024, superando nuevamente el incremento del IPC. Estos sectores, que han quedado prácticamente sin regulación, muestran subas continuas que dificultan el acceso a tecnologías básicas para muchas familias.

La política de desregulación aplicada a las telecomunicaciones es un factor que impulsa la inflación de servicios, uno de los componentes que más creció en los últimos meses. En agosto de 2024, los servicios subieron un 6,5%, casi el doble del incremento de los bienes, lo que refuerza la tendencia de los meses anteriores.

Según el análisis de la UNDAV el Gobierno de Milei enfrenta una encrucijada: si bien su objetivo es reducir la inflación, la desregulación de sectores clave parece estar jugando en contra. La inflación núcleo, que excluye precios regulados y estacionales, se aceleró en agosto, alcanzando el 4,1%. Esto evidencia que, más allá de las subas puntuales de tarifas, la dinámica inflacionaria está lejos de ceder.