El concepto quiet ambition o “ambición silenciosa” está redefiniendo lo que significa el éxito en el ámbito laboral. Uno de los primeros registros del término consta en un artículo de la revista estadounidense especializada en negocios, Fortune, en 2023. Esa nota contaba que en agosto de aquel año, la compañía Visier, empresa de software de Vancouver, Canadá, había encuestado a 1.000 empleados y revelado que sólo el 4% deseaba ser ejecutivo de alto nivel, mientras que el 38% estaba interesado en liderar equipos. El 62% restante, en cambio, prefería continuar como colaborador individual.

Quiet ambition no significa que los trabajadores actuales carezcan de ambición, sino que sus prioridades han cambiado. Mientras que el liderazgo solía estar asociado con un mayor salario, prestigio y poder, hoy en día el éxito laboral se mide por otros factores, como el bienestar personal, la flexibilidad, y la posibilidad de trabajar en un entorno colaborativo y relajado.

Por otro lado, para muchos jóvenes, el éxito ya no está vinculado al dinero o al estatus. Una encuesta de IDEA Joven entre profesionales recién graduados de la Argentina mostró que, para el 78%, el verdadero éxito es tener flexibilidad, y un equilibrio entre lo laboral y lo personal. En este contexto, la felicidad se volvió más importante que el prestigio o que la remuneración económica.

Generación Z: ¿sin ambición de liderazgo?

Aunque la quiet ambition parece ser una tendencia en aumento, las nuevas generaciones no descartan completamente la posibilidad de liderar. De hecho, el 55% de los trabajadores de la Generación Z se muestra dispuesto a asumir roles de liderazgo, aunque su principal barrera es la falta de confianza en comparación con generaciones anteriores. Para ellos, la posibilidad de influir en el éxito de una empresa; disfrutar de más autonomía y flexibilidad, y recibir una compensación adecuada son motivos suficientes para considerar el liderazgo.

Las personas que hoy quieren trabajar bajo sus propios términos buscan compañías que ofrezcan:

- Un balance entre la vida personal y el trabajo (55%).

- Flexibilidad en las tareas (41%).

- Un ambiente relajado (37%).

- Oportunidades de crecimiento personal (30%).

En este nuevo panorama, lo que se considera una carrera exitosa está cambiando. Las nuevas generaciones quieren sentirse conectadas con el propósito de su tarea y organización; prefieren trabajar en entornos diversos y colaborativos, y esperan que sus líderes sean conscientes, empáticos y auténticos.

La quiet ambition no implica una renuncia a la ambición, sino un reajuste de sus términos. Las nuevas generaciones desean progresar, pero lo hacen a su manera y con sus tiempos, y poniendo por encima de todo al bienestar integral.

***

Suscribite al newsletter de LA GACETA “Completa con picante” y recibí semanalmente una selección de noticias para jóvenes con hambre de futuro. ¡Es gratuito!