El “Índice de Disrupción Laboral Parental” elaborado por la consultora KPMG revela cuánto incide el cuidado infantil en el mercado laboral de los Estados Unidos. Esta situación se manifiesta cuando padres y madres no pueden trabajar porque deben cuidar a sus hijos que, por estar enfermos, no pueden asistir a escuelas o guarderías. En muchos países latinoamericanos es común contar con familiares o personal de tareas domésticas que ayudan en estas circunstancias, pero en los EE.UU. en general no se dispone de esas opciones y los padres tienen que dejar sus empleos para ocuparse de los chicos.

El índice de KPMG se basa en datos del Buró de Estadísticas Laborales, y revela que entre 1,2 y 1,5 millones de trabajadores, en su mayoría mujeres, ven afectados sus horas laborales mensualmente por la necesidad de cuidar a los niños, en especial cuando estos se enferman. 

¿Qué dicen los datos?

-Pérdida de horas laborales: se estima que entre 26 millones y 1,4 mil millones de horas de trabajo se pierden cada año debido a la falta de acceso a cuidados infantiles.

-Impacto económico: perder solo una hora de trabajo a la semana puede resultar en una pérdida anual de entre U$S 780 y U$S 1.504 para cada familia.

-Mujeres más afectadas: el 70% de los trabajadores que sufren por problemas de cuidado infantil son mujeres que tienen entre 25 y 44 años. Aunque la cantidad de hombres afectados ha aumentado, las mujeres siguen siendo las más perjudicadas.

¿Cómo puede impactar esto en la economía de cada persona o familia?

Si una familia pierde seis horas de trabajo a la semana, esto se traduce en una pérdida de ingresos de entre U$S 4.680 y U$S 9.026 al año. Esta situación es crítica, especialmente para familias de bajos ingresos que ya enfrentan dificultades económicas.

¿Cómo golpea este fenómeno en la macroeconomía estadounidense?

El índice muestra que la carencia de un sistema de protección social que amortigüe los efectos del cuidado infantil perjudica el crecimiento económico de los Estados Unidos. Las empresas pierden productividad y enfrentan costos adicionales debido a la rotación de personal. La falta de trabajadores a tiempo completo reduce la capacidad del país para crecer y competir, lo que afecta la sostenibilidad de programas sociales, dado que hay menos personas contribuyendo a ellos.

Además, el índice demostró un aumento del 69% en el número de empleados que trabajan menos horas o que han cambiado a trabajos de medio tiempo debido a la falta de cuidados infantiles posterior a la pandemia. Esta tendencia se volvió una característica estructural de la economía estadounidense, que afecta tanto a trabajadores como a sus familias y contribuye a una mayor desigualdad económica.

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