Las disputas internas en el Partido Justicialista (PJ) se intensifican de cara a la interna del 17 de noviembre, donde la figura de Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador riojano, Ricardo Quintela, se encuentran en un punto de fuerte confrontación. Luis Romano, congresal nacional del PJ, criticó la situación afirmando: “No es sorpresa que entre los avales de Quintela haya algunos que no estén afiliados al partido”, lo que para él representa un movimiento estratégico de actores externos en apoyo al gobernador.

Romano, quien también es secretario general del Movimiento de Unidad Popular (MUP), insinuó que el respaldo a Quintela podría venir de sectores cercanos a Osvaldo Jaldo, vicegobernador de Tucumán. “Si observamos la foto del anuncio del respaldo de Jaldo al riojano, casi todos los funcionarios que lo acompañaron son extrapartidarios”, apuntó Romano, cuestionando la judicialización de las decisiones de la junta electoral en este contexto.

La tensión interna tiene raíces profundas: “Hoy, los que nos movilizamos para que se respetara aquella elección del peronismo somos tratados como enemigos”, afirmó Romano, rememorando episodios pasados en los que grupos ahora cercanos a Jaldo habían denunciado al peronismo por fraude electoral. 

Desde su perspectiva, las lealtades de Jaldo al PJ han sido frágiles. “Tampoco es casualidad que desde la cena en Olivos y sin escalas Jaldo haya anunciado el apoyo a Quintela. Seguramente su jefe político Javier Milei le ordenó dinamitar el PJ así como ya lo hicieron con el PRO y con el radicalismo”, expresó.
El dirigente manzurista elogió a Fernández de Kirchner. “En Tucumán la militancia comienza a darse cuenta. No es menor que Jaldo haya negado su antepasado de juramentos a la conducción de Cristina. La atacan a Cristina  porque una vez más vino a poner el cuerpo a la patria, esta vez ordenando el movimiento y desenmascarando los traidores internos”, completó.

Finalmente, Romano elogió a Cristina Fernández de Kirchner, destacando su papel en la reconfiguración de fuerzas dentro del PJ: “La atacan porque vino a poner orden en el movimiento, desenmascarando a los traidores internos”. Para él, el retorno de Fernández de Kirchner es una señal de fortaleza que muchos sectores de la militancia ya comienzan a valorar, especialmente en Tucumán, donde Jaldo ha renunciado a sus compromisos previos con la expresidenta.