Tras los recientes cambios en el ámbito crediticio, uno de los anuncios más relevantes fue la implementación de la hipoteca divisible, introducida por el presidente Javier Milei mediante un decreto. Romina Gordillo, presidenta del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Tucumán, explicó a LA GACETA los alcances de esta nueva figura jurídica y sus posibles impactos en el mercado inmobiliario.
¿Qué es una hipoteca divisible?
“La hipoteca divisible es un derecho de garantía real que permite hipotecar inmuebles que no tienen escritura, como aquellos en desarrollo bajo boleto de compraventa, o inmuebles que aún no están construidos, como los departamentos en pozo y loteos en desarrollo”, señaló Gordillo. Anteriormente, las hipotecas solo eran posibles sobre inmuebles con escritura, limitando las opciones de financiamiento.
Con esta incorporación en el Código Civil y Comercial de la Nación, los desarrollistas pueden ofrecer cuotas más extendidas para la adquisición de propiedades en construcción, beneficiando a los compradores. “Por ejemplo, un desarrollista puede entregar un inmueble y continuar recibiendo pagos mientras el inmueble permanece hipotecado a su favor”, agregó.
El rol de los bancos y los desafíos pendientes
Gordillo destacó que, aunque el sistema ya está vigente para operaciones entre particulares, falta la adhesión de las entidades bancarias. “Se espera que los bancos normaticen pronto cómo implementarán estas hipotecas, lo que permitiría extender los plazos de pago a más de diez años, haciendo las cuotas más accesibles”, explicó.
Ante la pregunta sobre los riesgos asociados, como desarrollos inconclusos, la dirigente sugirió que los bancos probablemente implementarán certificaciones de avance de obra antes de desembolsar los fondos. “Esto garantizaría mayor seguridad tanto para el comprador como para el sistema en general”, afirmó.
¿Sigue siendo rentable invertir en ladrillos?
Respecto al atractivo del mercado inmobiliario frente a alternativas como criptomonedas o acciones, Gordillo subrayó la estabilidad de los bienes raíces. “A diferencia de las criptomonedas, que son volátiles, un inmueble se valoriza con el tiempo. Además, en Argentina persiste la visión cultural de alcanzar la casa propia como meta de vida”, comentó.
Sin embargo, reconoció que los créditos hipotecarios actuales siguen siendo un desafío para quienes perciben ingresos menores a los $2 millones mensuales. “Aunque los intereses son bajos, como en los créditos UVA, muchas personas enfrentan dificultades por la falta de ahorros iniciales”, puntualizó.
Un camino hacia la reactivación
La hipoteca divisible promete ampliar las posibilidades de acceso al mercado inmobiliario, especialmente en desarrollos en construcción. Si bien queda pendiente la adhesión de los bancos y la reglamentación de los procesos, Gordillo concluyó optimista: “Esta herramienta puede ser un paso importante para dinamizar el sector y brindar más oportunidades a quienes buscan invertir en ladrillos”.