Llegan las fiestas de diciembre y, con ellas, reaparecen los problemas asociados al uso de la pirotecnia con sonido. Personas con trastorno del espectro autista y con discapacidad: niños pequeños y animales domésticos están entre los seres que más sufren por estas prácticas. Si bien en los últimos años hubo avances para reducir el impacto negativo de los fuegos artificiales, la realidad es que se siguen empleando y que, por ello, hay que preparar estrategias de mitigación. 

En las mascotas, el gran desafío pasa por evitar los efectos de los estruendos. La sensibilidad del sentido del oído de muchos animales supera significativamente a la de las personas. En consecuencia, las detonaciones de fuegos artificiales no sólo resultan más inquietantes para perros y gatos, sino que también pueden ocasionarles daños severos en su capacidad auditiva. Los fuegos artificiales también contienen sustancias tóxicas, que, al estallar, liberan partículas perjudiciales, como el polvo fino. La respiración de ese aire puede agravar enfermedades preexistentes y provocar nuevas afecciones.

En el caso de la fauna silvestre, las más golpeadas por la pirotecnia son las aves, que pueden sufrir taquicardias y morir. Tanto se estresan por los fuegos artificiales que eventualmente abandonan su entorno de forma temporal o permanente. La reacción de desorientación y de pánico puede llevarlas a colisionar contra edificios.

¿Cómo proteger a los animales?

Calmá a tu perro o gato con música: la música, especialmente la clásica o los sonidos utilizados en la musicoterapia, ayudan a relajar los nervios y a reducir el estrés. 

Utilizá fajas y tapones: las fajas proporcionan una suave presión constante sobre el torso del perro, lo que estimula la producción de oxitocina, contrarresta el cortisol y reduce el estrés, lo que lleva a la relajación. Los tapones de algodón, por su parte, pueden ayudar a mitigar el impacto del ruido.

Vendaje de seguridad: se recomienda la aplicación del método Tellington Ttouch, que ejerce una presión constante en el torso del perro, similar a las fajas y promueve la relajación. Para realizarlo, se debe estirar una venda horizontalmente debajo del pecho, formar una cruz en la parte superior de la espalda y cruzar nuevamente por debajo, atando la venda lejos de la columna vertebral para evitar lesiones en reposo.

Tranquilizantes: los tranquilizantes en gotas pueden ser eficaces, pero es crucial que sean administrados por un profesional para evitar sobredosis y posibles efectos secundarios.

Espacio seguro en casa: las  explosiones de los fuegos artificiales hacen que los animales corran hacia sus dueños. Para contener a las mascotas se recomienda preparar una habitación tranquila, y cerrar las cortinas y ventanas. Se recomienda crear un refugio cómodo con agua fresca, como una cucha para el perro o gato, sin obstáculos ni elementos peligrosos.

Contención: la compañía y los mimos son esenciales para que la mascota se sienta segura.